Las opiniones sobre el arte de Barenboim están divididas y es bueno que así sea. No todos los intérpretes gozan de unanimidad. Para algunos es un buen pianista, para otros menos interesante. Para algunos es un buen director, para otros es insípido. Afortunadamente, la adjetivación en idioma castellano establece muy bien la diferencia entre tener habilidades, poseer talento y ser un genio.
Daniel Barenboim recibió el crédito de tener habilidades (eso es unánime), a algunos les parece que tiene talento. Pero nadie se atrevería a proclamarlo un genio. Como buen lector de Oscar Wilde que debe ser, este intérprete ha ido cambiando. Entre los 20 y 40 años, los programas de sus conciertos -- con su anuencia -- lo llamaban "pianista israelí". A partir de su renacido amor por el tango, se ha hecho llamar "pianista argentino". Esta diversidad de pasaportes es admisible y no llama la atención. Lo que sí asombra y mucho es que ahora, dirigiendo su orquesta de la concordia en la Waldbühne de Berlín (construída por Hitler), diga que Wagner se revolvería en su tumba si lo escuchara hacer música en ese lugar. Este crítico cree que Wagner se debe haber revuelto en su tumba escuchando las insulsas interpretaciones wagnerianas de Barenboim en Bayreuth, un santuario wagneriano al que Barenboim llegó y utilizó varias temporadas sin aludir en lo más mínimo a movimientos post mortem del autor de Parsifal.
Claudio von Foerster
2 comentarios:
Desde su deseo inmoderado de protagonismo, Barenboim con sus palabras, siembra semillas de discordia y quien escucha cosecha detrás de él. Desde su desubicación dice cualquier cosa sin darse cuenta que decir cualquier cosa nunca da lo mismo.
Barenboim, a conseguido con mucho estudio y no menos esfuerzo un lugar entre los mejores pianistas del siglo pasado y por cierto se lo cuenta en una lista junto a Richter, Gilels,Brendel, Arrau,Horowitz, Wilhelm Kemp Alicia de Larrocha, Argerich, reconocido por Wilhelm Furtwängler. Llamar tener habilidades a tener talento es algo nuevo, pero creo que no transcenderá estas líneas.
Que Barenboim haya dirigido la Orquesta Filarmónica de Londres en 1967,director musical de la Orquesta de París, la Sinfónica Chicago durante 15 años, la filarmónica de Viena, la Filarmónica de Berlín, Bayreuth del 81 al 99, la Staatskapelle Berlin, Orquesta Filarmónica del Teatro Colón, por supuesto la West-Eastern Divan Orchestra,símbolo de concordia y entendimiento... y muchas otras que no recuerdo, es más que un deseo de protagonismo, es una realidad.
Sobre Wagner no puedo opinar mi presupuesto no da para Bayreuth.
Mas allá de estos sencillos comentarios felicito a La Danse de Puck por una propuesta inteligente y atractiva.
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