miércoles, enero 21, 2009

Los Directores IV

LOS DIRECTORES
Esta nueva serie que presentamos ofrece más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para “descubrir” otros registros.


RUDOLF BARSHAI (1924-¿?) nació en la Unión Soviética y estudió en Moscú y Leningrado. Antes de consagrarse a la batuta se desempeñó con prestigio en el terreno de cámara. En 1955 fundó la célebre Orquesta de Cámara de Moscú, la primera en su género en ese país. Condujo obras originales y arreglos hechos por él mismo de todo el repertorio barroco y clásico, incluyendo sinfonías de Beethoven excepto la 9ª. Sus discos con este conjunto son famosos con justicia. Dirigió otras orquestas de mayores dimensiones. En 1977 emigró a Israel diciendo que era judío soviético pero apolítico. Prosiguió su carrera en dicho país.
Discografía sugerida: los Conciertos brandemburgueses de Bach; colaboraciones con Gilels, Richter y Oistrakh; su propio arreglo de las Visiones fugitivas de Prokofiev.


LEON BARZIN (1900-1999) nació en Bélgica, llegó de niño a los Estados Unidos, cuya ciudadanía recibió en 1924. Estudió el violín con Isaye y fue violista destacado en la Orquesta Filarmónica de New York, siendo dirigido por las mejores batutas de su tiempo. En 1929 pasó a titularizar la American Orchestral Society y en 1939 fue titular de la Sinfónica de Hartford. Presidió una emisora radial, experiencia que, años más tarde, le valió conducir la Sinfónica del Aire, ex NBC de Toscanini.
Discografía sugerida: colaboraciones con Milstein; música de Chabrier..


ARTURO BASILE (1914-1968), siciliano, estudió en Turín. De 1943 en adelante y durante diez años fue titular de la Orquesta de la RTV Italiana, y destacó básicamente como operista. Murió en un accidente automovilístico. Fue prolijo y objetivo.
Discografía sugerida: Cavallería rusticana y Tosca.



ENRIQUE BATIZ (1944) nació en Méjico y estudió piano en la Juilliard y dirección orquestal en Polonia. En 1971 fue nombrado titular de la Sinfónica Nacional de su país natal. Con esa orquesta realizó innumerables giras y grabaciones.
Discografía sugerida: 5ª Sinfonía de Tschaikowsky; música de autores mejicanos.

SERGE BAUDO (1927-¿?) sobrino del famoso Paul Tortellier, nació en Marsella. Estudió con Fourestier y fue versátil ejecutante de percusión y música de cámara, comenzando como timbalero en las orquestas Lamoureux y del Conservatorio bajo batutas tan célebres como Knappertsbusch y Munch. En 1950 dirigió en Paris y con ello prácticamente arrancó su carrera. A La Scala llegó por invitación de von Karajan y, a su vez, Munch lo hizo nombrar director permanente en la Opera de Paris. Amó las orquestas regionales y alentó la formación de muchas de ellas. Su repertorio, si bien ecléctico, recaló fundamentalmente en los franceses.
Discografía sugerida: integral de sinfonías de Honegger.

RUDOLF BAUMGARTNER (1917-2002) nació en Suiza y estudió en Viena con Flesch y Schneiderhan, entre otros. Tocó en varios conjuntos de cámara y fue fundador de la orquesta Festival Strings Lucerne, de infrecuente perfección. En Lucerna presidió por años tanto el Conservatorio como los célebres festivales. El repertorio de la orquesta y de su fundador abarcó desde los barrocos hasta Xenakis.
Discografía sugerida: colaboraciones con Haskil; obras del barroco; Divertimenti de Mozart. Los registros de Purcell, Vivaldi, Corelli et al son un ejemplo de buen gusto.



THOMAS BEECHAM (1879-1961) ha sido, por su ironía, su espléndida musicalidad y su fama vernácula e internacional, el epítome de la batuta británica. Hijo de un acaudalado comerciante de famosas píldoras estomacales, jamás tuvo privaciones ni sufrimientos de crianza, como otros colegas. Nació en Lancashire y fue puesto a estudiar piano precozmente, habiéndose detectado su talento musical. Nunca tuvo una enseñanza formal, casi fue autodidacto que llegó a ser versado en composición y en el dominio de varios instrumentos. Por renegar, siendo adulto, de academias y conservatorios fue acusado de amateur, de diletante aficionado, a pesar de estar bien formado.
Dio su primer concierto a los veinte, dirigiendo su propia orquesta. Su padre fue electo alcalde en St Helens, pueblo natal de Thomas, y para inaugurar la sala de la alcaldía contrató a Hans Richter y la Orquesta Hallé de Manchester. A última hora, Thomas saltó al podio para reemplazar al huésped enfermo y condujo un dificilísimo programa de memoria y sin ensayos. A pesar de haber podido usufructuar los dineros de su padre y sus conexiones en el Covent Garden, Beecham disputó con él y se fue del hogar. Viajó por Europa y recaló en Londres, donde dirigió orquestas y coros y fundó su propio conjunto sinfónico. Reconciliación familiar mediante, debutó en el Covent Garden en 1910. Desde ese momento, utilizando el respaldo financiero de papá Joseph, invitó a la Compañía Diaghilev, a Walter y a Richard Strauss (de cuya música siempre fue abogado), entre otras celebridades. Propulsó la ejecución de obras poco conocidas junto al repertorio tradicional y se dedicó mucho a la ópera. Trabajó incansablemente en la 1ª Guerra Mundial y solo tuvo el paréntesis obligado por una crisis económica en 1920. Viajó por Europa y Norteamérica y puso énfasis en los Festivales Delius.

Negoció sin éxito con la BBC para dirigir su orquesta, que le fuera dada a Boult. Entonces eligió a los mejores instrumentistas y fundó la Orquesta Filarmónica de Londres . La orquesta, con atriles excepcionales (Kell, Goossens et al) debutó en 1933. Hasta 1940, en que Beecham la dejó, fue una de las mejores orquestas europeas. En 1938 fundó un Festival Sibelius (era amigo del compositor) e invitó a las mejores batutas a compartir podio con él en la Filarmónica. En la 2ª Guerra Mundial emigró para dirigir en América y Australia, hasta recalar en Seattle. Volvió a su isla en 1947 y en ese año fundó su mejor orquesta, la Royal Philharmonic. Apareció en todos los festivales importantes, compartió podio con Kempe, escribió su autobiografía y un libro sobre Delius. En 1958, Sudamérica deliró con su arte. Su memoria era fenomenal, a pesar de lo cual tenía frecuentes lapsus en los conciertos; su repertorio, amplísimo, incluía lo esencial del sinfonismo y más de 100 óperas. También arreglaba y dirigía mucha música irrelevante. Sus ensayos eran divertidos, con muchas historias y grandes resultados. Siendo un intuitivo, sabía cómo lograr sus ideales musicales. Su influencia en la música de su país fue capital. Y su amplitud para invitar luminarias, inconmensurable.
Discografía sugerida: Carmen, maravillosa; La flauta mágica, grabada en Alemania, ejemplar; Vida de héroe; las sinfonías Salomón de Haydn; música de compositores ingleses. Indispensable su Scheherezade.


EDUARD VAN BEINUM (1901-1959) nació en Arnhem, Holanda y , en una profesión en general de octogenarios, fue una de las jóvenes pérdidas de la batuta, un genio al igual que Fricsay, Cantelli o Kertesz. Dos vínculos llaman siempre la atención: Ansermet fue titular de la Suisse Romande durante 50 años y Mengelberg de la Orquesta del Concertgebouw igual tiempo. Hoy, esos plazos son inimaginables. Van Beinum, sucesor de este último, estaba destinado a hacer otro tanto. Fue un técnico supremo, un músico refinado y un intérprete singular, al que todavía resta por darle su sitial de oro o platino.
Hasta 1927, estudió viola , la tocó en orquesta y dirigió coros. Ese año debutó como director en Haarlem, Holanda. Ese contrato duró hasta 1931 y le colmó de experiencia. En 1931 pasó a ser asistente en el Concertgebouw y en 1938 director principal director junto a Mengelberg. Cuando éste fue raleado ingratamente de su cargo en 1945, van Beinum pasó a ser titular hasta su muerte, que le sorprendió a raiz de un síncope mientras ensayaba con su orquesta. En 1950 debió retirarse un año por motivos de salud. Viajó en giras con la orquesta, siendo también huésped en Los Angeles y titular de la Orquesta Filarmónica de Londres .
Con esta orquesta grabó muchos discos, aunque el grueso de su imponente legado lo hizo con la Orquesta Concertgebouw. Su personalidad era modesta y trabajaba a destajo en los ensayos. Por mero ejercicio intelectual citaré algunos consejos discográficos, apresurándome en aclarar que no hay versión de obras por él grabadas que no orille la síntesis de perfección y estilo. En efecto, cualquiera de sus discos merece estar en los anaqueles de los más exigentes coleccionistas. Forma parte de los gigantes jóvenes que, de no haber muerto entre 1950 y 1965 habrían perpetuado la gran tradición de la batuta, hoy completamente extinta (junto a Kleiber, Busch, Cantelli y Fricsay, todos desaparecidos en el cenit de sus carreras).
Discografía sugerida: Música náutica de Händel; integral de Sinfonías de Brahms; sinfonías de Schubert y Bruckner; Sinfonía fantástica de Berlioz; La Canción de la Tierra. Esto es lo más representativo, pero toda su producción tiene status de leyenda.

lunes, enero 19, 2009

Buenos Aires "altri tempi"

Buenos Aires en días de gloria: Erich Kleiber con sus músicos de la Orquesta Estable (cuando existía) en la acera del Colón (cuando funcionaba). ¡Altri tempi!





domingo, enero 18, 2009

Promocionados y autopromocionados

Hoy se presentará en Buenos Aires la llamada ORQUESTA SINFÓNICA DE BERLIN (ver comentario anterior 5 de diciembre 2008), que tiene cuestionado hasta su nombre.

No es que invitemos a nuestros lectores a no concurrir a esta velada al aire libre con entrada gratis.

Simplemente que, a tenor de lo anteriormente expuesto y sin intención de poner un varapalos, deseamos que se relea nuestra nota anterior. Y que se valoren en su justa medida los méritos y deméritos de su muy promocionado director, casi tan publicitado como el hiperquinético director de una radio de música clásica que organiza y dirige sus propias presentaciones, muy publicitadas en su emisora y en el canal de cable del multimedio que lo patrocina...

¡Y pensar que a Klemperer le costaba conseguir conciertos en los años treinta, los que necesitaba para ganarse el pan!

jueves, enero 15, 2009

Los Directores III

LOS DIRECTORESEsta nueva serie que presentamos ofrece más de 120 biografías escuetas de directores famosos.
Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de
mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para “descubrir” otros registros.



ERNEST ANSERMET (1883-1969): para muchos ha sido una eminencia, para otros un director soso; pero no puede negarse, sea lo uno o lo otro, que fue un trabajador incansable, un pionero y un gran técnico.
Nació en la Suiza francesa, la Suisse Romande con cuya orquesta homónima estuvo ligado por más de medio siglo. Estudió matemáticas en Lausana y en la Sorbona y música con Bloch. En realidad, no había decidido dirigir hasta que escuchó –y se fascinó- a von Weingartner, Nikisch y Mottl. Debutó en Montreux en 1910 y en 1915, por recomendación de Strawinsky, pasó a ser director de los ballets rusos Diaghilev. Permaneció en ese puesto hasta 1923. ¿Pionero?. Alcanzarían estas muestras: estrenos mundiales de La valse, El sombrero de tres picos y ballets de Strawinsky. Fundó en 1918 a su hija predilecta, la prestigiosa Orquesta de la Suisse Romande, indisolublemente asociada a la sola mención de Ansermet, la que dirigió hasta 1968 en que la cedió a Pavel Kletzki. La orquesta llegó a ser renombrada local e internacionalmente, por sus giras, por su repertorio vasto y su rara perfección. Inclusive funcionó esporádicamente en representaciones operísticas.
Por invitación de su amigo (y por Ansermet admirado) Toscanini, también llegó a ser huésped en la NBC.
Recién al final de su carrera se volcó a los clásicos y gustaba de los conciertos con conferencias previas, obviamente suyas. Su gran técnica le permitió abordar a los modernos (de su tiempo) con soltura. Detestaba el atonalismo. Comenzó a grabar en 1919 y lo hizo hasta poco antes de morir.
Discografía sugerida: Debussy, Ravel, Strawinsky; algunas de las Sinfonías de Beethoven y Haydn; cualquiera de sus discos como acompañante. Pero básicamente las grabaciones del repertorio moderno que tan bien le sentaba.


ATAULFO ARGENTA (1913-1958), el prematuramente fallecido intérprete,puede ser considerado el más grande director hispano del siglo XX. Santanderino de nacimiento, estudió piano y fue premiado por sus dotes. Si bien el haber ido a Alemania a enseñar y estudiar aparece como un premio, la verdadera recompensa fue haber estado fuera de su patria durante la guerra civil. En 1944 fue nombrado titular de la Orquesta de Cámara de Madrid y poco más tarde, de la Sinfónica Nacional de esa ciudad. Realizó muchas giras por Europa y Sudamérica, y estaba embarcado en densos proyectos de grabación cuando la muerte tronchó su vida y una promisoria carrera.
Tenía una gran técnica y sentido colorístico, pero estaba más a gusto en la música de sus compatriotas y en los románticos que en los clásicos.
Discografía sugerida: cualquiera de sus ejecuciones de música hispana; Sinfonía Fausto de Liszt; sus tareas como acompañante de Katchen(Liszt) y Campoli(Tschaikowsky) o de Soriano(Falla) y Yepes(Rodrigo); 4ª Sinfonía de Tschaikowsky. Lo preferimos en el repertorio español...


LOUIS AURIACOMBE (1917-¿?) está indisolublemente asociado a la Orquesta de Cámara de Toulouse, así como Marriner a St Martín in the Fields. Nació en un pueblo pirenaico, Pau, donde comenzó sus estudios. Los continuó en Toulouse, como pianista y cantante. Llegó a cantar La Bohême (Rodolfo) con Ninon Vallin en 1940. Fue cautivo de un campo de concentración hasta finales de la 2ª Guerra Mundial. Se estableció como violinista en la orquesta de Toulouse y abandonó su carrera de cantante para responder a la invitación de Markewitch de estudiar dirección orquestal en Salzburg. En 1953 fundó la Orquesta de Cámara de Toulouse. Viajó a Estados Unidos, Méjico, la Unión Soviética y otros lugares de Europa, dirigiendo en muchos festivales.
Discografía sugerida: el barroco alemán y francés; Las 4 Estaciones de Vivaldi; obras concertantes de Mozart.


GEORGE BARATI (1913-1996) nació en Hungría y estudió con Weiner y Kodaly. En realidad comenzó tarde su actividad como director, ya que entre 1935 y 1950 fue primero cellista en
Budapest, luego (habiendo emigrado a Estados Unidos) músico en la Sinfónica de San Francisco y liderando una banda militar, mientras estudiaba composición con Roger Sessions. Comenzó a dirigir regularmente tras abandonar el Cuarteto de Cuerdas de California, en 1947. Previamente dirigió la Orquesta de Cámara de Princeton y la Orquesta Barati de San Francisco. Posteriores contratos lo llevaron a Honolulu, Santa Cruz y Saratoga.
Discografía sugerida: destacan sus placas de música religiosa, en especial las Misas de Haydn y La pasión según San Lucas de Bach.


JOHN BARBIROLLI (1899-1970) ha sido, sin duda alguna, una de las prominentes batutas inglesas de todos los tiempos. De padres inmigrantes ítalo franceses, fue desde su nacimiento-por geografía y por personalidad- un auténtico londinense. Estudió académicamente y comenzó en la música como cellista en la Orquesta del Queen’s Hall que dirigía el legendario Henry Wood. Barbirolli ingresó en ese conjunto a los 16 años. Simultáneamente, desplegó profusa actividad como músico de cámara. Debutó dirigiendo recién en 1925 con su propia orquesta de cámara. En 1928 y años siguientes fue al Covent Garden a dirigir óperas de Wagner y del repertorio italiano. En ambos terrenos ganó posteriormente un singular prestigio. Cuando la BBC de Escocia le convocó en 1933 comenzó su verdadera carrera como director sinfónico. Además, adquirió un prestigio casi único como acompañante, lo que le llevó –algunos años más tarde- a tratar (infructuosamente) de escaparle a esos compromisos, por entender que lo limitaban ante el público. Hasta 1936 apareció con las orquestas inglesas más reconocidas de la capital y la del Festival de Leeds. Ese año fue, por vez primera, invitado de la Sinfo-filarmónica de New York que luego condujera decenas de veces. Inclusive parece haber sido recomendado por Toscanini como su sucesor. El contraste obvio entre los estilos de ambos aterró a los críticos pero la taquilla aumentó. Obviamente, Toscanini era incomparable...
Resulta casi épico el comienzo, en plena guerra, de la relación entre Barbirolli y la Orquesta Hallé de Manchester. El conjunto había quedado diezmado tras haber gozado de un gran prestigio en tiempos de Richter y Harty. Barbirolli encaró tenazmente su resurrección y llegó a ponerla en pináculos de privilegio hasta 1958, en que dejara de ser su titular—aunque continuó dirigiéndola localmente y en giras hasta fallecer. Rechazó dos ofertas de ser titular en la BBC de Londres por permanecer fiel a Manchester. Volvió en 1951 al Covent Garden: lo ovacionaron por sus interpretaciones. De 1961 a 1964 aceptó el reto de ser titular de la Sinfónica de Houston, sucediendo a Stokowski. Condujo las principales orquestas europeas en la postguerra, especialmente la Philharmonia y las Filarmónicas de Viena y Berlín. Se lo recuerda aún en el primer Festival de Salzburg tras el conflicto.
Puede haber sido el director con la más dilatada carrera discográfica (1911-1970) y esos testimonios, por lo general, son imperdibles. Por esa razón me abstendré de recomendar cualquier disco suyo, ya que todos son terreno fascinante para gozar y explorar. Desde sus legendarias colaboraciones con Schnabel, Kreisler y Heifetz hasta el terreno sinfónico especialmente (grabó pocas óperas, pero sobresale una obra lírica que estrenara en Italia, el Gerontius de Elgar). Beethoven, Brahms, Tschaikowsky, Berlioz, Mahler o Bruckner destacan junto a las obras de compositores ingleses.


lunes, enero 12, 2009

Daniel Guilet

Deseamos evocar brevemente a una figura señera de la música cuya sola mención hace agolpar y desfilar recuerdos de una carrera insigne, aunque muchos ni siquiera le hayan oído nombrar.
Nació en Rusia en 1899 y a los seis meses fue llevado por su familia a Paris, mudando el apellido de Guilewich a Guilet. Allí, tempranamente, estudió con Enescu y Remy. Viajó en giras siendo acompañado por Maurice Ravel al piano y de joven fue segundo violinista del célebre Cuarteto Calvet, con el que participó en grabaciones.
En 1941 llegó a los Estados Unidos y fundó su propio cuarteto homónimo. En 1944 se unió a la fila de los primeros violines de la NBC de Toscanini de la cual fue concertino a partir de 1951 al retirarse Mischakoff. Siguió siéndolo cuando la orquesta, brevemente, pasó a ser la Sinfónica del Aire al dejar la actividad Toscanini el 4 de abril de 1954.
En 1955 fundó el Trio Beaux Arts junto a sus amigos Pressler y Greenhouse, debutando como ensemble en Tanglewood. Paralelamente hizo discos como solista.
Grabó y tocó en el Beaux Arts hasta 1969 en que se retiró de los escenarios, pasando a enseñar en renombrados conservatorios.
Con Toscanini se lo puede escuchar en Don Quixote de Strauss, con Balsam y Navarra en un trío de Beethoven y con su Cuarteto Guilet en diversos registros.
Falleció en octubre de 1990.

Aquí, algunas muestras de su arte:

Schubert: Cuarteto en mi bemol, Op. 125
Cuarteto de Cuerdas Guilet
Daniel Guilet, Jan Gorodetzky [Vns.]
Frank Brieff [Va.], Lucien Laporte [cello]

https://www.rapidshare.com/files/452277385/GuiletQtSchubertOp.125._Bonus.rar [Formato FLAC]


Beethoven: Trio para piano en Sol menor, Op. 1 No. 2
Daniel Guilet, violin
Arthur Balsam, piano
André Navarra, cello

https://www.rapidshare.com/files/452276297/Beethoven__Piano_trio_Nr.2_Op.1__Balsam__Guilet__Navarra.rar [Formato FLAC]


viernes, enero 09, 2009

Los Directores II


LOS DIRECTORES
Esta nueva serie que presentamos ofrece más de 120 biografías escuetas de directores famosos.
Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para “descubrir” otros registros.


ANTONIO DE ALMEIDA (1929-1998) nació en Paris con ancestros portugueses y estadounidenses, emigrando de niño a la Argentina. Tuvo como maestros a Alberto Ginastera allí; a Hindemith en Yale; y a Szell, Koussewitzky y Bernstein en Cleveland y Boston. En varias orquestas estudiantiles cultivó la ejecución de varios instrumentos: fagot, cello, clarinete, corno y oboe mostrando gran capacidad y versatilidad. Entre 1957 y 1960 trabajó en Lisboa como director sinfónico y de óperas, mudándose luego a Stuttgart donde, de 1960 a 1964, dirigió la Filarmónica. En general, rechazó nombramientos de titularidad en varias orquestas, siendo director invitado en las principales de Estados Unidos y Europa. Dirigió en temporadas simultáneas las seis orquestas parisinas. Es un director con un repertorio convencional que arranca en Bach y termina en Shostakowitsch. De técnica sólida y musicalidad seria, grabó bastante.
Discografía sugerida: las menos conocidas sinfonías de Haydn; obras sinfónicas y líricas de Duparc, Schmitt y Dukas; 5ª Sinfonía de Mahler.


KARL ALWIN (1891-1945) nacido en Prusia, estudió en Berlin con Humperdinck y pronto llegó a asistir a Karl Muck en Bayreuth. Entre 1920 y 1938 trabajó junto a los mejores cantantes de su tiempo en la Opera de Viena. Emigrado en 1938 con la anexión nazi de Austria, se radicó en Mejico hasta su muerte. Pese a haber gozado de fama y prestigio propios se le recuerda fundamentalmente por haber sido el marido de la gran Elisabeth Schumann. A ella la acompañó en piano en célebres grabaciones (se divorciaron en 1936) entendiéndose en la música al parecer mejor que en la vida. Grabó bastante con la Orquesta Filarmónica de Viena .
Discografía sugerida: obras de Richard Strauss y Wagner.


KAREL ANCERL (1908-1973) ha sido, posiblemente junto a Smetacek y Talich, de los más grandes directores checos del pasado siglo. Nació en la antigua bohemia (razón por la cual muchos consideran checos a Szell y a Serkin) y estudió, precisamente, con Vaclav Talich. Asistió por dos años a Scherchen en Alemania y su carrera comenzó en Praga en 1930. De 1933 a 1939 condujo, como titular, la Orquesta de Radio Praga, aunque pasó luego su existencia hasta 1945 en un campo de concentración. Fue sentenciado a la horca por tratar de escapar, pero lo salvó el fin de la guerra. Toda su familia fue ejecutada. En 1945 volvió a dirigir en su antiguo puesto en la radio. Desde 1946 a 1949 fue titular en la Opera de la capital checa, y desde 1950 hasta la invasión soviética fue titular de la Filarmónica Checa, elevando sus niveles hasta el punto que tuvieran antes de 1939. Desde su emigración se transformó en director itinerante, visitando Australia, Asia y los Estados Unidos, recibiendo diversos galardones. Desde 1969 fue titular de la Sinfónica de Toronto.
Discografía sugerida: Concierto para cello de Schumann con André Navarra, a la par de Casals y Piatigorsky; Oberturas y Danzas eslavas de Dvôrak, insuperado; Guía para la juventud de Britten; obras varias de Smetana y suites de compositores rusos.FRANZ ANDRÉ (1893-1975) nació en Bruselas, en cuyo conservatorio estudió violín con Isaye. Estudió composición con von Weingartner y fue profesor de violín muchos años antes de comenzar a dirigir. Desde 1923 hasta 1973 enseñó en su país natal, donde dirigió las principales orquestas. Su estilo era dinámico y muy preciso, pero su profusa discografía ha quedado prácticamente en el olvido. Su especialidad, si fuese posible confinarlo, fueron los modernos de comienzos del siglo XX.
Discografía sugerida: obras de Franck, Debussy, Ravel, Dukas y Berlioz. En esas placas encontrará versiones estilísticas y valiosas.


VOLKMAR ANDREAE (1879-1962) es el emblema de los directores suizos. Nació en Berna y estudió en Berna y Colonia. Si bien comenzó su actividad en Munich, hacia 1902 volvió a su tierra natal a dirigir la Tonhalle en Zürich , de la que fue titular entre 1906 y 1949. Fue profesor en varios conservatorios y su prestigio le llevó a ser invitado por diversas orquestas, especialmente en Alemania, España e Italia( precisamente en ese país estrenó la Pasión según San Mateo). Fue compositor prolífico y especialista en Bruckner, siendo uno de los pioneros en grabar las tres primeras sinfonías, aunque usando ediciones cuestionables. Sus traducciones son profundamente estilísticas. También fue un fino acompañante.
Discografía sugerida: Sinfonía Nº1 de Bruckner.


PAUL ANGERER (1927- ) vienés fino y estilista, aunque con rasgos temperamentales contenidos, es el típico “Kapellmeister” cuya principal virtud ha sido, siempre, la elección de un repertorio en el cual se desenvolvía con comodidad. Estudió en la academia vienesa y se destacó como organista y violista. Dirigió entre 1947 y 1952 la Sinfónica de Viena, la Tonhalle de Zürich y la Suisse Romande. Además de actividad en la música de cámara, condujo en Bonn y Ulm permanentemente, hasta recalar en Pforzheim con la Orquesta de Cámara del SWF. Fue un compositor productivo.
Discografia sugerida: acompañante de clásico y barroco; danzas de Mozart y Beethoven; Serenata de Dvôrak.

NIKOLAI ANOSOV ( 1900-1962) nació en Rusia y ha gozado de vasto reconocimiento, aunque poco se lo cite cuando se habla de Dobrowen, Malko, Gauk, Melik Passaev, Mrawinsky o Khondrashin. Fue educado con amplitud, dicen que era muy buen pianista y, por lo demás, era un polígloto de diez idiomas...
Es altamente interesante su libro sobre cómo leer una partitura y tuvo muchos alumnos prestigiosos en toda su carrera como maestro. Estilístico y vigoroso.
Discografía sugerida: colaboraciones con Richter, Nikolayeva y otros grandes instrumentistas; 7ª Sinfonía de Prokofiev; obras de Tschaikowsky.


jueves, enero 01, 2009

Los Directores I


LOS DIRECTORES

Esta nueva serie que presentamos ofrece más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para “descubrir” otros registros.






HERMANN ABENDROTH (1883-1956) nació en Alemania y estudió diversas disciplinas en Munich, en especial dirección orquestal con el célebre Felix Mottl. Comenzó a ganarse la vida como librero, pero eso duró poco tiempo ya que se dedicó exclusivamente a dirigir. Entre 1903 y 1911 fue contratado porla Sociedad de Munich y por la Sociedad de Amantes de la Música de Lübeck. Luego pasó a Essen como director musical entre 1911 y 1914. Colonia, que habría de ser sede de sus actividades hasta 1934 lo vio llegar en 1914 para dirigir la Orquesta de Gürzenich. Sucedía a Steinbach, el favorito de Brahms. En 1922 fue designado en forma estable, como así también profesor en el Conservatorio. Paralelamente a sus quehaceres en Colonia, dirigía en otras ciudades de Europa incluyendo la Orquesta Sinfónica de Londres . Hasta 1933 alcanzó gran reputación pero, inevitablemente, los nazis lo destituyeron. Vaya a saberse por qué motivo, en 1934 le permitieron dirigir y enseñar en Leipzig, sucediendo a Bruno Walter, renunciante del Gewandhaus. Entre 1943 y 1944 se presentó en Bayreuth; y en 1945 fue designado en Weimar.
Después del armisticio permaneció en la Alemania Oriental, habiendo sido el primer director alemán invitado a la Unión Soviética. En 1949 fue titular en la Radio de Leipzig y en 1953 en Radio Berlín. Por su filiación comunista lo echaron de Düsseldorf en 1950. Murió de un colapso cardíaco en Weimar y recibió honores de estado en su funeral. Hizo mucho por la música en "su" Alemania. Se destacan sus profundas interpretaciones beethovenianas, aunque también impresionó en Brahms y Bruckner.
DISCOGRAFIA SUGERIDA: 4ª Sinfonía de Tschaikowsky; 3ª Sinfonía de Brahms; 9ª Sinfonía de Beethoven. Todo en versiones graníticas y profundas.


MAURICE ABRAVANEL (1903-1993), heráldicamente tuvo que ver con el reino de Fernando e Isabel la Católica ya que uno de sus ancestros fue su canciller. Raíces aparte, digamos que Abravanel nació en Grecia de padres judío-portugueses. Su familia lo llevó a Suiza desde niño, alojándose en Lausana en el mismo edificio que Ernest Ansermet, donde conoció a famosos como –entre otros- Honegger, Poulenc y Strawinsky. Fue alumno de Kurt Weill, con quien fue a estudiar tras haber formado una orquesta de estudiantes. Abandonó su carrera en medicina y se consagró por entero a la música. Debutó en Berlín en 1924, y en la capital alemana intimó con Bruno Walter y Paul Hindemith. Prácticamente cada pequeña y mediana ciudad alemana le escuchó por aquellos días. Mudóse a Paris haciéndose cargo de la compañía del célebre Georges Balanchine en 1933. Tanto antes de la 2ª Guerra Mundial, como después de la misma fue pionero y asiduo visitante de Australia, y entre 1936 y 1938 trabajó en el Metropolitan de New York. Su actividad profusa en los Estados Unidos (Chicago y New York) le llevó incluso a dirigir comedias musicales en Broadway, siendo el principal paladín de las obras de su maestro.
Su gran fama, que perdura, nace desde el momento en que prácticamente funda
la Sinfónica de Utah, que bajo su batuta adquirió una rara perfeccion y realizó decenas de grabaciones. Ya había visitado los estudios para hacer registros en los tiempos de las 78 rpm, dejando impresas obras poco relevantes en versiones muy estilísticas. Aparte de sus grabaciones magníficas en Utah, Abravanel llegó a discos con la Orquesta de la Opera del Estado de Viena, produciendo algunas placas singularmente valiosas. Era un director versátil y un acompañante dúctil y muy requerido. Literalmente grabó más de dos centenares de discos.
DISCOGRAFIA SUGERIDA: Sinfonías 103 y 104 de Haydn; Julio César de Händel; música diversa de compositores de EEUU. En Rachmaninov compite con Sanderling, siendo el Händel muy estilístico.

OTTO ACKERMANN (1909-1960) rumano, se formó básicamente en Alemania. Ya a los 15 años podía ser considerado un niño prodigio de la batuta, cuando dirigía la Opera Real Rumana en gira. Entre 1927 y 1935 dirigió en la Opera de Düsseldorf y Brno; desde 1948 a 1953 en Zürich y desde ese año hasta su muerte trabajó en la Opera de Colonia. Recibió ciudadanía suiza y, si bien hoy se lo asocia a grabaciones de operetas (en las que fue impar), era un magnífico traductor wagneriano. Sus conciertos radiales de 1954 con del Suroeste alemán(SWF) fueron parcialmente editados, por fortuna. Los mismos contienen la parte menos conocida de su repertorio.

DISCOGRAFIA SUGERIDA: Conciertos KV40,41 y 107 de Mozart con Artur Balsam; El rapto en el serrallo de Mozart; las operetas de Johann Strauss con Schwarzkopf y elenco. En este último rubro, que Legge denominara “champagne” permanece en un pedestal.


CHARLES ADLER (1889-1959) es más conocido por sus grabaciones que por sus actuaciones en las salas de concierto, en las que fue músico digno. Claro, es el responsable de “primeras grabaciones” fonográficas como las Sinfonías 3 y 6 de Gustav Mahler y la 2ª de Charles Ives.
Precisamente fue uno de los alumnos de Mahler en Munich. Había nacido en Inglaterra de madre bávara y padre estadounidense. Cuando Mahler estrenó la Sinfonía de los mil (8ª), Adler fue el director del coro. Entre 1908 y 1911 fue asistente de Mottl en Munich y en 1913 director principal en Düsseldorf. Presidió una editorial de música en Berlin, ciudad en la que- entre 1923 y 1933- dirigió en la Opera del Estado. Emigrado por la fuerza en 1933, marchó a los Estados Unidos, fundando los Festivales de Primavera en Saratoga en 1937. condujo música de Mahler y Bruckner en su país adoptivo cuando eran autores casi ignorados. Realizó decenas de aportes al catálogo discográfico al llegar el disco longplay en Viena, con orquestas especialmente formadas bajo denominaciones singulares. Se trata, en muchos casos, de primeras grabaciones mundiales. Las mismas no han sobrevivido porque Adler era un director diligente pero no una gran personalidad de la batuta.
DISCOGRAFIA SUGERIDA: 9ª Sinfonía de Bruckner; Sinfonía Dante de Liszt; y decenas de registros con obras que hoy virtualmente no están a la venta, de compositores tan diversos como McBride, Scott, Weiss, Ballou, Artur Schnabel y muchos otros. Musical e históricamente, en su tiempo, fueron aportes de avanzada.