lunes, septiembre 28, 2009

En la buena senda


Recital de piano
Chopin, Balada 1
Schubert, Fantasía “El viajero”
Brahms, Rapsodia op.79
Liszt, Sonata en si menor
ALEXANDER PANIZZA, piano
Festival Chopiniana,
16 de septiembre de 2009 en el Palacio Paz

Hace un tiempo, escuchando un concierto con orquesta tocado por Alexander Panizza, disfrutamos de a ratos de un pianista en proceso de crecimiento y maduración. También detectamos materias en las que el déficit era manifiesto.
Cuando el cuadro es de acuerdo a lo antedicho, hay dos caminos que el intérprete recorre: uno, lo conduce a espacios ilimitados; el otro, a chocar contra una pared.
En el primero, no hay límites para mejorar, porque “hay madera”. En el segundo, carencias de órdenes diversos constriñen el crecimiento hasta llegar a la susodicha pared. En el primero, el artista investiga, se perfecciona, desarrolla sus posibilidades y va adquiriendo estatura digna de respeto artístico. En el segundo, llegado a cierto tope, no crece más. Y ahí resultará más o menos atractivo, de acuerdo al nivel alcanzado.
En definitiva, cada quien tiene sus posibilidades de evolucionar y, de acuerdo a cómo lo haga, será intérprete mejor o peor considerado. Como, por ejemplo, en el tennis profesional. Se lucha por un “ranking”. Estar entre los diez mejores del mundo es un logro. Ser número uno es tan difícil como esforzarse para serlo y no llegar.
El programa, a priori, era exigente. Y Panizza lo recorrió dignamente. Su mecanismo es seguro, su espectro sonoro decente y su comprensión musical interesante.
Le falta arrojo pero le sobra sentido común. Nunca se extralimita, pero se arriesga poco. En la Balada, su equilibrio fue positivo, aunque hubiera podido frasear la primera página con algo más de fantasía. En Schubert (tercer movimiento) faltó ímpetu. “El viajero” (Der Wanderer) es denominada así porque el segundo movimiento se basa melódicamente en el Lied homónimo. Alguien, posiblemente sin tener en cuenta las Sonatas D958/959/960, denominó a esta Fantasía como la mejor sonata de Schubert, escrita en cuatro movimientos –y hasta arreglada por Liszt para piano y orquesta. Se dice que cuando el autor de la “Inconclusa” intentó leer su Fantasía en Do ya terminada, no pudo hacerlo, por sus dificultades: "Que la toque el Diablo", parecen haber sido sus palabras. Se trata de una partitura intrincada, en la que Panizza destacó en el lírico y vocal movimiento lento.
En Brahms, su autocontrol fue adecuado. En Liszt, hubiese sido deseable más apasionamiento, contrastando con los pasajes de contemplación logrados con acierto. Mauclair dijo que en esta obra, el Abad era mezcla de gitano y franciscano. La dicotomía es ardua de plasmar. El pianista, por ahora, parece ser más afín con el franciscano que con el gitano.
Panizza está creciendo, sin dudas. Deberá madurar aunque ya camina por la buena senda. Solamente él, y el tiempo, nos dirán por cuál de los dos caminos habrá de transitar los próximos tiempos.
Claudio von Foerster

sábado, septiembre 26, 2009

Obituario




Avisamos a nuestros lectores del fallecimiento de la pianista catalana Alicia de Larrocha. A los 86 años expiró ayer en su casa de Barcelona.
Había debutado a los 5 años y pertenecía a la escuela pianística catalana, liderada por Frank Marshall. Deja tras de si incontables grabaciones, algunas de ellas valiosas. Destacó en los compositores españoles -Soler, Albéniz, de Falla, Mompou, Granados, etc.

lunes, septiembre 21, 2009

Tradición, plagio y demás asuntos



Recital de Piano
Chopin, 2 scherzi, Vals, Polonesa 6, Mazurcas
Liszt, sel. de Estudios Trascendentales
MARIAN SOBULA, piano
Festival Chopiniana
11 de septiembre de 2009 en el Palacio Paz,
Buenos Aires.


Dos enemigos irreconciliables en la vida y el arte, Mengelberg y Toscanini, coincidieron -empero- en definir su visión de “tradición”: respectivamente dijeron “tradición es la última mala interpretación” y “tradición es traición”. Como se ve, el terreno es lo suficientemente farragoso como para discursear aquí y ahora.
Pero es evidente que la “gran tradición” polaca de interpretar a Chopin ha desaparecido, pulverizada como por un sismo, si recordamos a sus señeros exponentes que hemos podido escuchar desde principios del siglo XX: Kocsalski, Michalowski, Paderewski, Friedman, Rosenthal, Hofmann, Rubinstein, Stefan Askenase son ejemplares testimonios -entre otros- de cómo tocaban a Chopin los polacos de antaño. Czerny Stefanska, Zurawlew, Stefanski, Hesse Bukowska y compañeros de ruta los sucedieron, con menos vuelo, con menos sutileza, con menos imaginación, con más textualismo y casi nada de refinamiento. Comienzo de la degradación. En suma, si hubo una tradición polaca de tocar a Chopin, ha desaparecido en manos de los pianistas que siguieron a los viejos patriarcas; y los que tocan hoy -que (como mínimo) debieran armarse de un buen archivo discográfico para saber cómo tocaban sus gloriosos compatriotas- no se quedaron atrás en una meticulosa labor de destrucción de un estilo.
Dicen que quienes copian a alguien, plagian..., y quienes plagian a muchos investigan. Considera quien éstas líneas escribe, que citar a quien se está copiando no es plagio, sino tomar referencia. Pues bien: el decano de la crítica musical local y sudamericana, homenajeado en nuestros espacios reiteradamente, Jorge d’Urbano, la emprendió contra un pianista (que llamaremos X) que golpeaba su instrumento en la década del cincuenta, con frases como las que siguen:
"La construcción de los pianos modernos es un verdadero alarde de sutileza combinada con el máximo de resistencia. Los fabricantes han llegado a producir instrumentos tan asombrosos en su variada capacidad, que pueden registrar un pianissimo de Gieseking y, a la vez, cosa que es materia de posible incredulidad, aguantar un recital íntegro de X que anoche fue presentado al público de esta ciudad...; ...lo de anoche no fue un concierto, fue un concurso de resistencia entre un Steinway y un pianista decidido a demolerlo...;...con todo mi respeto y admiración por Steinway, creo que X cuando finalizó el programa, estaba a punto de vencerlo ... ; ... forzar la sonoridad natural de un instrumento es la fórmula más directa para hacerlo sonar mal y crear un ambiente de cosa exterior y superficial...”.
Definir el recital de SOBULA puede ser hecho en dos líneas: se trata de un aporreador al estilo Volodos que desconoce olímpicamente cómo los grandes de siempre tocaban a Chopin y que en Liszt -que le sentó algo mejor- anduvo por sendas parecidas. A pesar suyo, el Blüthner resistió...
No es nuestra labor dar consejos, sino simplemente verter opiniones. En este último terreno diría que un pianista que gradúa sus volúmenes en una sala tan pequeñita como ésta como si estuviese tocando en el NHK Hall de Tokio, sencillamente, no tiene remedio. Y colorín-colorado, esta pesadilla ha acabado.
Claudio von Foerster

martes, septiembre 08, 2009

...“ va a estar bueno Buenos Aires”...

Con este cinismo, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y su vicejefa, hoy legisladora, prometían bondades para acceder al gobierno.
La gente que vota compró. Bueno, hace dos milenios, la gente que votaba eligió por aclamación a Barrabás y mandó a Jesús a la cruz. De modo que esa leyenda que dice que "vox populi vox Dei" es una charada. Antes bien, preferimos el otro dicho: "Cada pueblo tiene el gobierno que merece".
El pueblo de la Ciudad merece a Macri, a Michetti, a Rodríguez Larreta y a García Caffi. No importa que el Colón esté en ruinas, que sus archivos hayan sido trasladados o que se disuelva una orquesta. El pueblo merece lo antedicho y plagas mucho peores. Por haberse dejado embaucar en campañas electorales mendaces y vulgares.

Informe:
CIERRE de ORQUESTA ACADÉMICA del TEATRO COLÓN

La Orquesta Académica NO esta en funcionamiento debido a la actual administración del Teatro Colón. La nueva gestión de P. P. García Caffi, en el transcurso del presente año, anuló su actividad escudándose en una supuesta “reestructuración” a nivel administrativo, sin notificación directa a los miembros de la orquesta y haciendo oídos sordos a sus reclamos.

La Orquesta Académica del Teatro Colón es un proyecto educativo creado en 1995, cumpliendo pedagógica y artísticamente con sus propósitos.
Sus músicos denuncian:

··· El abuso de las autoridades al violar las reglamentaciones por las que ingresaron a la Orquesta.
··· La falta de comunicación, considerando que al día de hoy no han recibido ninguna respuesta concreta a sus reclamos desde principio de año.
··· El despido de su director titular Carlos Calleja, que se desempeñara en esa función desde el año 2002.
··· La suspensión y cancelación de las actividades previstas a comenzar en el mes de marzo del 2009.
··· La anulación de las audiciones de diciembre de 2008 y febrero de 2009 con un jurado integrado por músicos reconocidos de la Argentina.
··· La anulación de las becas otorgadas por la Fundación Teatro Colon.

Cabe destacar que todos los departamentos educativos pertenecientes al Instituto Superior de Artes del Teatro Colón, del cual dependen, están en actividad excepto la ORQUESTA ACADEMICA. De no haber comenzado “en rebeldía” con los ensayos, hoy la Orquesta Académica estaría disuelta.

miércoles, septiembre 02, 2009

Toscanini




Arturo Toscanini & Picciu junto a otros amigos comunes



El Maestro Toscanini, Carla y Picciu