jueves, diciembre 17, 2009

Como si hubiera sido de otro tiempo


GEZA ANDA (1921-1976) ha sido uno de los más finos, finisimos acaso, representantes de lo que SCHNABEL (refiriéndose a LIPATTI), denominó "una nueva forma de tocar el piano”.
En efecto, ANDA recorrió el periplo de los grandes virtuosos transfor¬mando sus virtudes desde Chopin y Liszt hacia Mozart. Muchos grandes del pasado hicieron el camino exactamente a la inversa. Y tantos otros, quizás por formación, quizás por convicción, tocaron excelsamente a Chopin y Liszt pero nunca entendieron a Mozart. Un ejemplo de esto fue HOROWITZ.
Ya hemos hablado de los pianistas cuya universalidad de repertorio les hizo recorrer toda la literatura, virtualmente, del instrumento. Los ejemplos que siempre he dado en estas páginas han sido BACKHAUS, ARRAU, GIESEKING y RICHTER. Debiendo incluirse en la categoría de los omnicomprensivos a SOLOMON. lnstrumentistas y músicos a los que TODO les sentaba bien.
SCHNABEL, en su juventud gran lisztiano, se especializó en Mozart, Brahms, Schubert y Beethoven. KEMPFF tocaba desde Bach a Liszt, pero su Liszt no era prototipico, sino un Lizst "a la manera de Kempff”. SERKIN tocó casi nada a Liszt, algo a Chopin, y descolló en los grandes compositores alemanes, con muy poco de Schumann o Mendelssohn.
Y asi siguiendo. ANDA, en cambio no tocó mucho a Beethoven, pero su Schumann sigue siendo ejemplar,su Brahms monumental, sus modernos (Bartok) definitivos, su Liszt comprensivo, sus incursiones por Tschaikowsky o Rachmaninov de gran estilismo, y su Mozart, posiblemente, un paradigma. Su ciclo de los 24 Estudios de Chopin, escuchado en Buenos Aires, tenía la comprensión del de BACKHAUS, la imaginación de CORTOT y el pianismo del de CZIFFRA. Dotado de un sonido bellisimo, sus medios eran inmensos, pero nunca emergían fuera del contexto del discurso musical. Sus grandes modelos de la infancia-juventud fueron BACKHAUS, FISCHER, CORTOT, LHEVINNE, RACHMANINOV y FRIEDMAN. Los colores, el delicado rubato, la igualdad de los pianissimos remedan a aquellos. La sobriedad del discurso, la sencillez, al primero quien, casualmente, fue su mentor quien lo recomendó a su amigo VON DOHNANYI (condiscipulo en las clases de D'Albert) para que le enseñara el arte de los marfiles y el ébano. Cuando se graduó ejecutó desde Scarlatti hasta la Rapsodia Española de Liszt, pasando por sus bienamados Estudios Sinfónicos de Schumann y algunas obras no registradas de Debussy. Sus posteriores padrinos artísticos, el mencionado DOHNANYI y Kodaly, le enviaron a Alemania con una beca, a aprovechar fructíferas enseñanzas en Berlin, donde grabó sus primeras caras de 78 rpm. Luego la Guerra interrumpió sus actividades casi hasta la inanición, hasta radicarse en el país que habría de ser su hogar hasta el final, Suiza. Realizó, a partir de las posguerras, y de grabaciones que lo hicieron conocer (debidas al visionario Walter Legge, quien también apoyó a LIPATTI, SOLOMON y EDWIN FISCHER), más de quince giras por los Estados Unidos, y febrilmente viajó a los confines de Europa, Japón y Sudamérica. Un cáncer lo halló en plena actividad, y lo arrancó de nuestro lado prematuramente, en el pináculo de sus medios. Su recuerdo estará siempre vigente, en la medida que sus discos maravillosos sigan circulando, lo cual -infortunadamente- dependerá a modas y de los gustos a veces cuestionables de los mercantilistas sellos editores. El lector no debiera perderse de atesorar su inmarcesible ciclo de los Conciertos de Mozart (integral) -sumándole el Doble con HASKIL-, el primero en grabarse, que solamente puede ponerse al lado del de LILI KRAUS , en el que sus Cadencias son de gran gusto. Del duo ANDA-HASKIL sobrevivieron en discos aquel Mozart y un intimísimo Doble de Bach (único testimonio de ANDA en este autor excepto por una de las Partitas). Nadie, ni SANDOR, ha llevado a discos los tres Conciertos de Bartok y la Rapsodia como ANDA con su alter ego Fricsay. Versiones acabadas, definitivas donde ambos atrapan como ninguna pareja el espíritu del autor (no debiendo cejar en obtener en discos el Segundo de ambos en vivo en las Semanas Musicales de Suiza). Si aún no ha entendido los Conciertos de Bartok, escúchelos por ANDA. Y si pertenece a los snobs que no los han entendido pero dicen gustar de ellos, como tantas personas que conozco, entre en el mundo de ANDA y dejará de ser snob.
Sus Variaciones Diabelli son enjundiosas pero no demasiado demostrativas de su arte de componer las formas. Y los Conciertos de Beethoven (1, 3, 4) son altamente calificados (dos de ellos capturados en vivo). El Triple de este autor, junto a Schneiderhan, Fournier y Fricsay) es maravilloso.Las Variaciones Paganini de Brahms muy idiomáticas, pero la Sonata Op.5 de este autor, contenida y algo distante. De las muchas versiones del Segundo Concierto de Brahms, me gusta aquella con Klemperer en vivo, y considero la de estudio intrascendente. Sus 24 Estudios de Chopin (el Op.10 en estudio) son muy buenos, aunque sin llegar a niveles que le escucháramos en alguna noche inspirada en sala. El Primer Concierto muy fino, aunque algo académico, y los 24 Preludios olvidables. Pocas versiones de las Variaciones Sinfónicas (con van Beinum) como la suya, en una obra que pareciera haber sido escrita para él. En los Conciertos de Grieg, Tschaikowsky (1ro.) y Rachmaninov (2do.) toca muy bien pero se lo escucha restringido y cuidadoso. En cambio, siendo su Liszt reflexivo antes que ostentoso, su Sonata, el Primer Concierto o la Fantasia Húngara son ejemplares.Si el Carnaval de los animales de Saint-Saëns es olvidable como obra, solamente ha servido en nuestro tiempo para juntar parejas interesantes de pianistas (WEISSENBERG-CICCOLINI entre otras). ANDA lo grabó junto a BELA SIKI. Dos Sonatas de Schubert (13 y 21) son ejemplares, liricas, bellas, catedráticas. Y sus Schumann (Carnaval, Concierto, Danzas de David, varias versiones de Estudios Sinfónicos, Fantasia y Kreisleriana) son definitivamente las muestras acabadas del romanticismo colorista, pujante, virtuosístico, a la vez que recatado, osado y exterior, sin rozar jamás la vulgaridad o el clisé. Pocos han comprendido a Kreisleriana como ANDA. Pocos llegarán a su mundo en los Estudios Sinfónicos.Quiera la suerte que cuando este texto llegue a sus manos pueda obtener sin demasiada búsqueda cualquiera de las grabaciones de GEZA ANDA. Habrá de escucharlas, reescucharlas y atesorarlas con cariño y admiración. Y si es estudiante de piano, las tendrá como guía.
del libro
Piano & Forte

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