domingo, mayo 24, 2009

La veracidad de ciertos refranes.

Hay quienes dicen que los refranes condensan la sabiduría popular. De una u otra forma, lo bueno es que la sabiduría esté condensada, para ratificar el famoso dictum de Gracian: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno". He aquí el verdadero valor de sentencias cortas.
El periodismo escrito, por lo general, está producido por gente que sobrevalora sus conocimientos en directa relación a cuánto subestima las palabras que emplea. No en vano suele decirse que el periodismo consiste en un mar de sabiduría con dos milímetros de profundidad. O, como dijera el sabio Chesterton, el periodista cuenta la muerte de Lord John a gente que ignora que Lord John vivía...
Pues bien, el artículo del periódico LA NACIÓN que se reproduce es lo suficientemente elocuente acerca del penoso tema del Teatro Colón que nos viene ocupando en La Danse de Puck (ver notas anteriores...).

A bestia comedora, piedras en la cebada. (Refrán español). Significa que a gente como la ciudadanía porteña, que deglute peces de colores, se le puede vender pescado podrido, como están haciendo desde Ibarra-Telerman (otrora socios enamorados, hoy enemigos) con las reformas al Primer Coliseo, innecesarias e irrealizables. Han conseguido los políticos que la gente asista impávida e inerme a la destrucción de un orgullo nacional.

Buen porte y buenos modales, abren puertas principales. (Refrán español). La historia de la cena que se narra en LA NACIÓN demuestra que ninguno de los protagonistas podrá abrir puertas principales. Porque, por la parte del escenógrafo, no es lógico invitar a alguien a compartir una cena y pedirle al mozo que lleve la cuenta a otra mesa. Y es injustificable que de García Caffi no salga el gesto de saludar, enviar una flor a sus artistas, o de pagarles la cuenta. En fin, que la clase es de nacimiento, no se adquiere.

Como el maestro "Siruela" que no sabe leer y pone escuela. (Refrán francés). El maestro "Siruela", obviamente es el ex folclorista que hoy dirige el Colón, que hace lo que quiere y lo hace mal, que no hace lo que debe y omite hacerlo también mal, que basurea a los empleados, funcionarios y técnicos que saben más que él. En fin, ese es García Caffi, que no sabe leer (la historia del Colón) y pone escuela (acepta dirigirlo).
Sería bueno que, antes pronto que nunca, se cuente la verdadera dimensión de su penosa gestión en el Argentino de La Plata.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Puck, acabo de leer con especial interés tu comentario a lo publicado en La Nación. La persona que sobrevalora su conocimiento no se da cuenta que está sobrevalorando su conocimiento y subestimando el conocimiento del otro, porque está afectada de solipsismo. Pura caja de resonancia....
Mira, querido Puck, no hay cansancio para leer y releer un libro de cabecera: "El hombre mediocre" de José Ingenieros.
Saludos, Venecia.

Anónimo dijo...

Estimado, una pequeña precisión acerca del refrán del maestro de Siruela que no sabe leer y pone escuela.Es un viejo refrán español y hace alusión a la localidad de Siruela en la provincia de Badajoz.Como referencia incluso hay una editorial española que se denomina SIRUELA. Nada más, saludos y muy bueno el comentario sobre el Colón.-

La Danse de Puck dijo...

Mil GRACIAS por la correción, Sr. Anónimo! A todos nos pasa.... pero a mí, casi siempre! Mary, de la Redacción!