La Novena de Beethoven es sagrada. Comprendemos que ya no podemos verla y escucharla por televisión (ocasionalmente en dvds) por Toscanini, Horenstein, Klemperer, Karajan y otros , aunque sí refugiarnos en las versiones en discos de vinilo o compactos de Walter, Furtwängler, Kleiber, Busch, Leibowitz, Leinsdorf, Mengelberg, Weingartner, Jochum, Böhm, Abendroth, Fricsay, Szell, Monteux, Munch, Ormandy, por solamente citar algunas muy calificadas.
De ahí que verla y escucharla en el Canal "B" (de Barenboim, pues parece que sólo consiguieran videos del argentino-israelí-británico-alemán ahora palestino) conocido como Film and Arts dirigida por el hiperpromocionado Barenboim resultó deprimente: una visión laxa, anodina y arbitraria, superficial como casi todo lo que toca o dirige-, con algunos solistas en noche deplorable- como la soprano, casi sin fiato y con abuso del portamento para llegar a los agudos- y un show mediático montado para el final, con reparto de flores incluido.
Comprendemos que ya no hay gigantes. Y que la tele entregue lo que se produce hoy. Por eso, nuestro título, resignada expresión de moda entre nuestros adolescentes...
1 comentario:
Se puede decir cualquier cosa de Barenboim, menos que sea arbitrario y superficial... a veces no entiendo por que la gente que no sabe opina con tanta autoridad en vez de mostrar mas humildad.
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