jueves, abril 16, 2009

Los Directores XIV



LOS DIRECTORES
Continuamos con la serie en la que estamos presentando más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para descubrir otros registros.




MICHAEL GIELEN (1927-¿?) nació en Dresden pero de niño fue llevado por su familia a Argentina donde se instruyó con Erwin Leuchter, comenzando muy joven como acompañante en el Colón. En 1950 tocó en piano la obra completa de Schoenberg. Tras participar en el Colón en Pasión según San Mateo dirigida por Furtwängler tocando el continuo, volvió a Europa para estudiar en Viena. Allí comenzó como asistente en la Opera, de 1952 a 1960. Cimentó su prestigio en el repertorio tradicional pero, más aún, en el contemporáneo. De 1960 a 1965 dirigió en Estocolmo, luego por años en Colonia y Bruselas. Tras algunos años en Holanda pasó a residir y trabajar en Frankfurt y tomó la posta de Pierre Boulez en la BBC. Nacionalizado austríaco, Gielen ha grabado y viajado con generosidad consolidando su prestigio.
Discografía sugerida: acompañamientos a Sándor; Cantatas de Bach; Scheherezade de Rimsky Korsakov.


CARLO MARIA GIULINI (1914-2005), nacido en Italia, obtuvo reconocimiento internacional a la vejez, a pesar de falencias manifiestas en su repertorio y de ser la antípoda temperamental de otros célebres directores italianos. Bien podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el padrinazgo fonográfico que le diera Walter Legge, el zar de las grabaciones, fue axial en su carrera.
Estudió violín en Roma y, posteriormente, dirección con Molinari. Fue músico de la orquesta Augusteo en la década del 30, siendo dirigido-entre otros- por Walter y Furtwängler, a quienes siempre admiró. Perteneció al ejército italiano, pero desertó y se ocultó hasta 1944 cuando los alemanes ingresaron a Italia, por ser manifiestamente anti nazi y anti fascista. En ese 1944 debutó como director en un concierto para festejar la liberación de Roma y se convirtió en asistente de Fernando Previtali. Por aquellos años realizó una importante cantidad de emisiones radiales. En 1949 fue huésped en Estrasburgo, Praga y Venecia. Al año siguiente se estableció en Milán para dirigir en radio y tuvo el privilegio del elogio y la amistad de Arturo Toscanini.
Comenzó a dedicarse profundamente a la ópera, sin descuidar el sinfonismo, y llegó a La Scala (asistente de de Sabata) y a Inglaterra. Dirigió a los mejores cantantes de su tiempo. Estudió trabajosamente el repertorio, ampliándolo bastante.
Discografía sugerida: 4 Pezzi sacri de Verdi; 8ª de Bruckner.


MAX GOBERMAN (1911-1962) pasó a la historia por memorables vinilos con sinfonías de Haydn. Nacido en Filadelfia, estudió violín con Leopold Auer y dirección con Fritz Reiner. Fue instrumentista en 1928 en la Orquesta de Filadelfia, fundando poco después su propia orquesta.
Dirigió el ballet ruso de Monte Carlo en la gira australiana de 1940, y años después le supo sacar el jugo, comercialmente, a su carrera. Por un lado fue el mejor pago de los directores de comedias musicales de Broadway; y por el otro, fundó su propia discográfica. Con este sello pretendía grabar la obra completa de Vivaldi y las 104 sinfonías de Haydn. A pesar de haber avanzado considerablemente con ambos proyectos iniciados en 1960, su muerte le impidió finalizarlos. Empero, llegó a grabar 45 sinfonias de Haydn y más de 70 obras de Vivaldi, al margen de los Concerti grossi de Corelli y otras decenas de obras. Debe de haber sido un caso único: tener una grabadora y orquesta propias y registrar más de 50 discos en dos años...
El gran mérito, calidad de las versiones aparte, fue la entrega de partituras con la compra de cada LP.
Discografía sugerida: sinfonías de Haydn; Concerti grossi de Corelli.


WALTER GOEHR (1903-1960) nació en Alemania, fue niño prodigio y a los 16 ya dirigía orquesta. Estudió con Schoenberg en Berlín, teniendo su primer puesto importante entre 1925 y 1931 en la orquesta de la radio de esa ciudad.
Emigró a Inglaterra y pasó a presidir las dos discográficas más importantes, aparte de dirigir profusamente (varias orquestas), presentándose en giras sudamericanas y europeas. Fue revisor de obras de Purcell, Monteverdi y Moussorsky y tiene una abundante producción discográfica que lo muestra como director fino y profundo.
Discografía sugerida: acompañamientos a Schnabel, Petri, Landowska, Matthews, Kraus, Moiseiwitsch y los mejores solistas de la época; Réquiem y obras sinfónicas de Mozart; Missa solemnis de Beethoven.



SZIMON GOLDBERG (1909-1993) nació en Polonia e hizo una notable carrera pública y discográfica como violinista. Estudió con Carl Flesch y a los 16 fue concertino de la Filarmónica de Dresden. En 1929, Furtwängler le dio el mismo rango en la Filarmónica de Berlín, que tuvo hasta su forzada huída de Alemania en 1934. Sus elevados discos como violinista los hizo en el célebre trío con Emmanuel Feuerman y Paul Hindemith y en sus dúos con la exquisita Lili Kraus. Al igual que ella, fue prisionero de los japoneses en un campo de concentración, habiendo sido capturado en una gira. Ese doloroso cautiverio tuvo una arista positiva, ya que compartió el encierro con muchos holandeses gracias a cuya influencia, en 1955, le dieron a dirigir la Orquesta de Cámara Neerlandesa. Viajó en giras con ese fino conjunto y con otros, dirigiendo también grandes orquestas en Europa y EEUU.
Discografía sugerida: los Conciertos Brandemburgueses de Bach; sinfonías de Haydn.



NIKOLAI GOLOVANOV (1891-1953) nació en Rusia y estudió con Ippolitov-Ivanov. En 1919 fue cofundador del Estudio de Opera y Teatro Bolshoi. En 1930 y hasta el 36 dirigió en el Bolshoi. Previamente, como pianista, viajó por Europa acompañando a su esposa, la importante cantante Nezhdanova. Fue maestro en el Conservatorio de Moscú. Recibió varias veces el Premio Lenin de manos de un régimen ante el cual se arrodilló. Dirigió las más importantes orquestas de la Unión Soviética y se especializó en la música rusa, en la que destacó.
Discografía sugerida: Pedro y el lobo de Prokofiev; sinfonías de Tschaikowsky y Glazounov; música de compositores rusos en general.



VLADIMIR GOLSCHMANN (1893-1972) nació en Paris, de ancestros rusos. Estudió violín y fue músico de las más importantes orquestas parisinas. Primero fundó un conjunto, que dirigió, con Thibaud e Iturbi y luego, en 1919, otro ensamble para dirigir la música francesa contemporánea. En 1920 fue elegido por Diaghilev para dirigir La consagración de la primavera. En años siguientes dirigió ballet, y luego estuvo por cinco años en Bilbao para recalar, de 1928 a 1930 en Escocia. Había visitado Estados Unidos en 1927 y, tres años más tarde fue recomendado por Damrosch y Koussevitzky para asumir la titularidad de la Sinfónica de St. Louis. Allí condujo hasta 1958. Elevó los niveles de esa orquesta y, al dejarla, aceptó invitaciones por doquier.
Discografía sugerida: acompañamientos a Rubinstein, Milstein et al; 0Francesca da Rimini de Tschaikowsky; Sinfonía fantástica de Berlioz; música de ballet.


EUGENE GOOSSENS (1893-1962), londinense, fue hijo y nieto de directores de orquesta. Fue primero muy considerado como compositor, y era hermano del célebre oboísta Leon. Estudió en el conservatorio de Brujas (sus padres eran belgas) en 1903, para pasar a Liverpool tres años más tarde. Después de un año, continuó su aprendizaje en la capital inglesa, debutando como director ese año en una composición propia.

Entre 1912 y 1915 fue violinista de la orquesta del Queen’s Hall y fue invitado por Henry Wood a dirigir en los conciertos populares comúnmente llamados proms.
Fue nombrado asistente de Beecham ese mismo año, luego dirigió orquestas provinciales y en Leeds, hasta fundar su propio conjunto en 1921. Estrenó La consagración de la primavera en Londres y dirigió para los ballets de Diaghilev.
George Eastman, el dueño de la Kodak, lo invitó a dirigir su orquesta en Rochester, la luego famosa Eastman-Rochester que grabara tantos vinilos. Permaneció allí por ocho años, pasando a suceder a Reiner en Cincinnati. Recibió ciudadanía estadounidense en 1943 y en 1947 fue como titular a Sydney. Allí elevó el rango de la música australiana, renunciando un decenio más tarde por irregularidades aduaneras. Pasó sus últimos años en su ciudad natal.
Discografía sugerida: es muy amplia, extractaremos las Melodías elegíacas de Grieg; Estancia de Ginastera; obras orquestales de Ravel; La consagración de la primavera y Petrushka de Strawinsky.

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