LOS DIRECTORES
Esta nueva serie que presentamos ofrece más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para “descubrir” otros registros. [Foto: Bayreuth, 1931]
SERGIU CELIBIDACHE (1912-1996) fue uno de los pocos directores aludidos en este texto que mutó absolutamente su estilo entre el comienzo y el final de su carrera. Sin hacer valoraciones, no se reconoce en el anciano obeso que dirige sentado al dinámico, casi equilibrista hiperkinético que dirigía de joven. A sus versiones obesas de madurez sus admiradores las llaman maduración y sabiduría, mientras otros las consideran aburridas y chatas en comparación a lo que él daba en la juventud. ¿Cómo lograr que unos acepten a los otros?
Nacido en Rumania, residió en Moravia hasta ir a estudiar a Paris. En tiempos de guerra fue a continuar sus estudios en Berlín, pero para evitar el reclutamiento se inscribió en la universidad de filosofía. En 1945, tras obtener un concurso, pasó a dirigir la Filarmónica de Berlín y a partir de 1948 compartió podio con Furtwängler. Dejó la orquesta en el 52, pasando a dirigir como huésped en diversas orquestas europeas, básicamente con permanencia en Estocolmo, Paris, Stuttgart, Bamberg y Munich. Dotado de gran memoria, sus ensayos eran agotadores y su técnica irreprochable. En su sabiduría, admiraba a Furtwängler y a von Weingartner; en su ignorancia, detestaba a Toscanini.
Curiosamente, no necesitó ser desnazificado y se aprovechó del retiro temporal de Furtwängler para tomar la Filarmónica de Berlín con escasos méritos previos para aspirar al puesto.
A comienzos de su carrera grabó por dinero. Esos son sus mejores discos, con versiones claras, dinámicas, estilísticas. Luego se pronunció en contra de grabar en estudio, por lo que la segunda parte de su carrera fue grabado en vivo casi con exclusividad.
Celibidache, hoy, es amado por unos y despreciado por otros tantos. Al igual que Beecham, Mengelberg, Bernstein o Stokowski, las discrepancias son muy grandes como para pensar en que algún día se logre la unanimidad.
Discografía sugerida: cualquiera de sus discos del período 1945-1950.
Los posteriores son excesivamente expansivos.
ZDENEK CHALABALA (1899-1962) fue, desde pequeño, un consumado violinista. Mientras prestaba el servicio militar fundó y dirigió un relevante coro femenino, y al terminar la movilización fue a Praga a estudiar con Hoffman y Novák. Luego graduose en violín, composición y dirección en Brno. Fundó, hacia 1924, y dirigió la Sinfónica Eslovaca. En 1925 fue asistente de Neumann en la Opera de Brno y a la muerte de éste, en 1929, pasó a titular. Del 36 al 45 sobrevivió a la guerra como asistente del famoso Talich en Praga; luego dirigió las principales orquestas de su país y entre 1956-1959 fue huésped permanente en el Bolshoi.
Fue un paladín de la música checa, preeminentemente operística en la cual descolló.
Discografía sugerida: El muro del diablo de Smétana; Oberturas y poemas tonales de Dvôrak.
CARLOS FELIX CILLARIO (1915-2007) nació en Argentina y con el correr de su carrera italianizó sus nombres a CARLO FELICE, igual que Coppola pasó de Piero a Pierre.
Estudió en Buenos Aires y en Boloña. Comenzó su vida musical como destacado violinista y profesor en la Academia Santa Cecilia de Roma. Se vinculó a Rumania tomando clases de dirección con Enescu, debutando en Odessa con la Filarmónica de Bucarest en 1944, siendo designado en su país- en Tucumán- como titular de la Orquesta de la Universidad en 1947. Volvió a Italia para dirigir durante cinco años el Angelicum de Milán y a partir de allí actuó como huésped en las principales ciudades europeas. Tuvo mucho prestigio.
Discografía sugerida: Ascanio in Alba y Lucio Silla de Mozart (acaso hayan sido primeros registros mundiales); obras de Lipatti.
FAUSTO CLEVA (1902-1971) nació en Trieste, donde estudió para continuar sus clases en Milan, donde debutó en 1919. Gatti lo llevó al Met como asistente, y luego fue titular en dos teatros operísticos: Cincinnati(1941) y Chicago(1944). Dirigió en Filadelfia y volvió al Met a dirigir óperas italianas. Murió en Atenas dirigiendo el Orfeo de Gluck.
Discografía sugerida: Luisa Miller de Verdi; La Wally de Catalani.
ANDRÉ CLUYTENS (1905-1967), nació en Amberes y ha sido posiblemente el más importante director belga del siglo pasado. A los 16 era ya director asistente de su padre, titular del Teatro Real en su ciudad natal. Pasó a su vez a ser titular seis años después. En 1932 se mudó a Francia donde dirigió en los importantes centros musicales de la época y recibió(optó por)la ciudadanía francesa. En la posguerra tuvo tres nombramientos importantes: titular de la Opera, luego de la Opera Cómica y finalmente sucesor de Munch en la Orquesta del Conservatorio. Simultáneamente, en su país natal, dirigía la Orquesta Nacional Belga. Pasó luego a la Orquesta Nacional de Radio Francia y a dirigir la Sinfónica de Viena. Cuando la Filarmónica de Viena hizo su gira por Estados Unidos en 1956, CLUYTENS compartió el podio con el insigne Carl Schuricht. En 1955 fue el primer director francés en dirigir en Bayreuth, sustituyendo al enfermo Jochum. Hasta 1958 condujo títulos wagnerianos en ese teatro(su registro en vivo de Meistersinger es memorable). Obviamente, frecuentó y condujo todo el repertorio francés, pero paradójicamente era reconocido muy en especial por su integral de sinfonías de Beethoven, que grabara con la Filarmónica de Berlín.
Su discografía extensa materializada en la Segunda Guerra Mundial se agigantó luego con el advenimiento del vinilo. Tiene dimensiones extraordinarias y calidad bastante pareja. Era una batuta directa, sin rodeos, cultivando las texturas y los colores como buen galo pero a la vez manteniendo una disciplina estilística habitualmente asociada a los germanos.
Discografía sugerida: las nueve sinfonías de Beethoven; obras del repertorio sinfónico de Debussy y Ravel; Maestros Cantores en Bayreuth; acompañamientos con-entre otros- Gilels, Solomon, Shostakowitsch et al
ALBERT COATES (1882-1953) no pudo dejar impreso su arte en LPs, por lo cual la elocuencia de sus 78s es relevante.
Nació en San Petersburgo hijo de padre inglés y madre rusa, estudió violin en su tierra natal y composición con Rimsky Korsakov. Enviado a estudiar ciencias a Liverpool en 1894 lo hizo por cuatro años. Volvió a Rusia para laborar con su padre, mas pronto se dedicó tiempo completo a la música. Fue a estudiar a Leipzig donde se perfeccionó en varios instrumentos , estudiando dirección con Nikisch y asistiéndole en la Ópera en 1904. Comenzó luego su derrotero iniciado con recomendación de Nikisch: a Elberfeld, a Dresden con von Schuch y a Mannheim con Bodanzky. De 1910 a 1918 tuvo éxitos singulares en su ciudad natal, emigrando por la hambruna de 1919. En esos años trabajó con Nikisch y Bodanzky también, intimando con Scriabin y visitando Londres con una agenda ocupada.
Tras la huída, fue titular varios años de la Sinfónica de Londres, trabajando también en el Covent Garden. Sus actividades posteriores son arduamente reseñables , por lo profusas: Berlin, New York, la Unión Soviética , Leeds, Paris (primera batuta británica en dirigir en la Opera) y muchas otras locaciones.
En 1947 se retiró a Sudáfrica, donde dirigió, enseñó y murió.
Fue uno de los directores más importantes de su tiempo y tuvo, en muchos aspectos, un sentido precursor en su repertorio.
Discografía sugerida: todos y cualquiera de sus 78s son ejemplares.
ERIC COATES (1886-1957) nació en Inglaterra y estudió viola y dirección en Londres. Integró varios cuartetos de cuerdas y fue primera viola en la orquesta del Queen’s Hall entre 1912 y 1918. Destacó como compositor de música ligera que pintaban escenas de la vida inglesa, dirigiendo en discos de 78 rpm sus propias obras. Una coincidencia numérica: nació el año del debut de Toscanini y murió pocos meses después de aquel...
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