jueves, abril 23, 2009
Rebelión en las ruinas ...
Al director del Colón (¿por cuánto tiempo?) Pedro García Caffi se le ocurrió, en medio de las ruinas, rebelarse. No fue a dar explicaciones a la Comisión de Cultura y, ni lerdo ni perezoso, hizo retirar los archivos de foto, audio y video hacia un lugar desconocido.
Independientemente de la denuncia penal que alguien le hará por haber enajenado propiedad pública sin inventario, es de esperar que a este "rebelde" la Legislatura lo cese en su cargo. Quizás el "patrón de estancia" que lo nombró le suelte la mano como ha hecho indefectiblemente con todos los laderos que no le sirven, y algunos que le sirvían también (Carlos Bianchi).
Pensar que de no haber sido por la exitosísima gestión de un ilustre director técnico de fútbol, el Lord Mayor estaría hoy vendiendo autos bajo el ala de papá.
miércoles, abril 22, 2009
viernes, abril 17, 2009
Argentina en ruinas ...
Que la cultura de la música clásica está en la más absoluta decadencia en la Argentina, es un secreto a voces. En ocasiones, pretenden las autoridades endulzar la amargura organizando un megaconcierto callejero de dudosa calidad, cuando no patrocinado por una radioemisora que pone a su director en el mediocre papel de director de orquesta, en el cual los resultados son invariablemente malos, para reunir multitudes ignorantes ante el Obelisco o el Monumento a los españoles o algún club palermitano.
Los VERDADEROS y bien formados directores de orquesta argentinos no tienen muchas oportunidades de trabajar, posiblemente porque no tienen amigos en el poder político de turno...
Dos preguntas abrirían el camino inquisitivo hacia el poder desbrozar la maraña de intrigas palaciegas, de luchas de poder y de acomodados en puestos para los que no son idóneos [que son los de arriba y no los de abajo]: ¿qué pasa con el Teatro Colón? y ¿qué pasa con las radios de música clásica?
Breves respuestas: el Colón agoniza mientras su advenedizo conductor se pelea con sindicatos, empleados y legisladores. Puesto en su cargo por un "patrón de estancia" que cree que todo le pertenece, que parece querer manejar lo público como si se tratara de Boca Juniors, el nuevo director del Colón ha tenido el tupé de denigrar verbalmente a empleados del Teatro, en los que la sabiduría condensada en un solo cabello de cualquiera de ellos decuplica los conocimientos de quien los denosta.
Radio Nacional Clásica tiene una programación inorgánica y mediocre, habiendo decaído a profundidades que la tornan inescuchable [casualmente, dirigida por el hermano del director del Teatro Colón]. Radio Amadeus es culturalmente inimputable. Y Radio Cultura ha dejado de salir al aire porque, se dice, el Grupo Clarín le habría enajenado la frecuencia.
La solución, por ahora, parece estar en la computadora y en el dvd: en la primera, para sintonizar el S.O.D.R.E. por internet; en los segundos, para escuchar y ver óperas y conciertos, siempre y cuando no deba uno aguantar la reiterada vaciedad de Daniel Barenboim.
¡Cuánta vergüenza sentirían nuestros padres por el presente cultural argentino!
Los VERDADEROS y bien formados directores de orquesta argentinos no tienen muchas oportunidades de trabajar, posiblemente porque no tienen amigos en el poder político de turno...
Dos preguntas abrirían el camino inquisitivo hacia el poder desbrozar la maraña de intrigas palaciegas, de luchas de poder y de acomodados en puestos para los que no son idóneos [que son los de arriba y no los de abajo]: ¿qué pasa con el Teatro Colón? y ¿qué pasa con las radios de música clásica?
Breves respuestas: el Colón agoniza mientras su advenedizo conductor se pelea con sindicatos, empleados y legisladores. Puesto en su cargo por un "patrón de estancia" que cree que todo le pertenece, que parece querer manejar lo público como si se tratara de Boca Juniors, el nuevo director del Colón ha tenido el tupé de denigrar verbalmente a empleados del Teatro, en los que la sabiduría condensada en un solo cabello de cualquiera de ellos decuplica los conocimientos de quien los denosta.
Radio Nacional Clásica tiene una programación inorgánica y mediocre, habiendo decaído a profundidades que la tornan inescuchable [casualmente, dirigida por el hermano del director del Teatro Colón]. Radio Amadeus es culturalmente inimputable. Y Radio Cultura ha dejado de salir al aire porque, se dice, el Grupo Clarín le habría enajenado la frecuencia.
La solución, por ahora, parece estar en la computadora y en el dvd: en la primera, para sintonizar el S.O.D.R.E. por internet; en los segundos, para escuchar y ver óperas y conciertos, siempre y cuando no deba uno aguantar la reiterada vaciedad de Daniel Barenboim.
¡Cuánta vergüenza sentirían nuestros padres por el presente cultural argentino!
jueves, abril 16, 2009
Los Directores XIV
LOS DIRECTORES
Continuamos con la serie en la que estamos presentando más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para descubrir otros registros.
MICHAEL GIELEN (1927-¿?) nació en Dresden pero de niño fue llevado por su familia a Argentina donde se instruyó con Erwin Leuchter, comenzando muy joven como acompañante en el Colón. En 1950 tocó en piano la obra completa de Schoenberg. Tras participar en el Colón en Pasión según San Mateo dirigida por Furtwängler tocando el continuo, volvió a Europa para estudiar en Viena. Allí comenzó como asistente en la Opera, de 1952 a 1960. Cimentó su prestigio en el repertorio tradicional pero, más aún, en el contemporáneo. De 1960 a 1965 dirigió en Estocolmo, luego por años en Colonia y Bruselas. Tras algunos años en Holanda pasó a residir y trabajar en Frankfurt y tomó la posta de Pierre Boulez en la BBC. Nacionalizado austríaco, Gielen ha grabado y viajado con generosidad consolidando su prestigio.
Discografía sugerida: acompañamientos a Sándor; Cantatas de Bach; Scheherezade de Rimsky Korsakov.
CARLO MARIA GIULINI (1914-2005), nacido en Italia, obtuvo reconocimiento internacional a la vejez, a pesar de falencias manifiestas en su repertorio y de ser la antípoda temperamental de otros célebres directores italianos. Bien podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el padrinazgo fonográfico que le diera Walter Legge, el zar de las grabaciones, fue axial en su carrera.
Estudió violín en Roma y, posteriormente, dirección con Molinari. Fue músico de la orquesta Augusteo en la década del 30, siendo dirigido-entre otros- por Walter y Furtwängler, a quienes siempre admiró. Perteneció al ejército italiano, pero desertó y se ocultó hasta 1944 cuando los alemanes ingresaron a Italia, por ser manifiestamente anti nazi y anti fascista. En ese 1944 debutó como director en un concierto para festejar la liberación de Roma y se convirtió en asistente de Fernando Previtali. Por aquellos años realizó una importante cantidad de emisiones radiales. En 1949 fue huésped en Estrasburgo, Praga y Venecia. Al año siguiente se estableció en Milán para dirigir en radio y tuvo el privilegio del elogio y la amistad de Arturo Toscanini.
Comenzó a dedicarse profundamente a la ópera, sin descuidar el sinfonismo, y llegó a La Scala (asistente de de Sabata) y a Inglaterra. Dirigió a los mejores cantantes de su tiempo. Estudió trabajosamente el repertorio, ampliándolo bastante.
Discografía sugerida: 4 Pezzi sacri de Verdi; 8ª de Bruckner.
MAX GOBERMAN (1911-1962) pasó a la historia por memorables vinilos con sinfonías de Haydn. Nacido en Filadelfia, estudió violín con Leopold Auer y dirección con Fritz Reiner. Fue instrumentista en 1928 en la Orquesta de Filadelfia, fundando poco después su propia orquesta.
Dirigió el ballet ruso de Monte Carlo en la gira australiana de 1940, y años después le supo sacar el jugo, comercialmente, a su carrera. Por un lado fue el mejor pago de los directores de comedias musicales de Broadway; y por el otro, fundó su propia discográfica. Con este sello pretendía grabar la obra completa de Vivaldi y las 104 sinfonías de Haydn. A pesar de haber avanzado considerablemente con ambos proyectos iniciados en 1960, su muerte le impidió finalizarlos. Empero, llegó a grabar 45 sinfonias de Haydn y más de 70 obras de Vivaldi, al margen de los Concerti grossi de Corelli y otras decenas de obras. Debe de haber sido un caso único: tener una grabadora y orquesta propias y registrar más de 50 discos en dos años...
El gran mérito, calidad de las versiones aparte, fue la entrega de partituras con la compra de cada LP.
Discografía sugerida: sinfonías de Haydn; Concerti grossi de Corelli.
WALTER GOEHR (1903-1960) nació en Alemania, fue niño prodigio y a los 16 ya dirigía orquesta. Estudió con Schoenberg en Berlín, teniendo su primer puesto importante entre 1925 y 1931 en la orquesta de la radio de esa ciudad.
Emigró a Inglaterra y pasó a presidir las dos discográficas más importantes, aparte de dirigir profusamente (varias orquestas), presentándose en giras sudamericanas y europeas. Fue revisor de obras de Purcell, Monteverdi y Moussorsky y tiene una abundante producción discográfica que lo muestra como director fino y profundo.
Discografía sugerida: acompañamientos a Schnabel, Petri, Landowska, Matthews, Kraus, Moiseiwitsch y los mejores solistas de la época; Réquiem y obras sinfónicas de Mozart; Missa solemnis de Beethoven.
SZIMON GOLDBERG (1909-1993) nació en Polonia e hizo una notable carrera pública y discográfica como violinista. Estudió con Carl Flesch y a los 16 fue concertino de la Filarmónica de Dresden. En 1929, Furtwängler le dio el mismo rango en la Filarmónica de Berlín, que tuvo hasta su forzada huída de Alemania en 1934. Sus elevados discos como violinista los hizo en el célebre trío con Emmanuel Feuerman y Paul Hindemith y en sus dúos con la exquisita Lili Kraus. Al igual que ella, fue prisionero de los japoneses en un campo de concentración, habiendo sido capturado en una gira. Ese doloroso cautiverio tuvo una arista positiva, ya que compartió el encierro con muchos holandeses gracias a cuya influencia, en 1955, le dieron a dirigir la Orquesta de Cámara Neerlandesa. Viajó en giras con ese fino conjunto y con otros, dirigiendo también grandes orquestas en Europa y EEUU.
Discografía sugerida: los Conciertos Brandemburgueses de Bach; sinfonías de Haydn.
NIKOLAI GOLOVANOV (1891-1953) nació en Rusia y estudió con Ippolitov-Ivanov. En 1919 fue cofundador del Estudio de Opera y Teatro Bolshoi. En 1930 y hasta el 36 dirigió en el Bolshoi. Previamente, como pianista, viajó por Europa acompañando a su esposa, la importante cantante Nezhdanova. Fue maestro en el Conservatorio de Moscú. Recibió varias veces el Premio Lenin de manos de un régimen ante el cual se arrodilló. Dirigió las más importantes orquestas de la Unión Soviética y se especializó en la música rusa, en la que destacó.
Discografía sugerida: Pedro y el lobo de Prokofiev; sinfonías de Tschaikowsky y Glazounov; música de compositores rusos en general.
VLADIMIR GOLSCHMANN (1893-1972) nació en Paris, de ancestros rusos. Estudió violín y fue músico de las más importantes orquestas parisinas. Primero fundó un conjunto, que dirigió, con Thibaud e Iturbi y luego, en 1919, otro ensamble para dirigir la música francesa contemporánea. En 1920 fue elegido por Diaghilev para dirigir La consagración de la primavera. En años siguientes dirigió ballet, y luego estuvo por cinco años en Bilbao para recalar, de 1928 a 1930 en Escocia. Había visitado Estados Unidos en 1927 y, tres años más tarde fue recomendado por Damrosch y Koussevitzky para asumir la titularidad de la Sinfónica de St. Louis. Allí condujo hasta 1958. Elevó los niveles de esa orquesta y, al dejarla, aceptó invitaciones por doquier.
Discografía sugerida: acompañamientos a Rubinstein, Milstein et al; 0Francesca da Rimini de Tschaikowsky; Sinfonía fantástica de Berlioz; música de ballet.
EUGENE GOOSSENS (1893-1962), londinense, fue hijo y nieto de directores de orquesta. Fue primero muy considerado como compositor, y era hermano del célebre oboísta Leon. Estudió en el conservatorio de Brujas (sus padres eran belgas) en 1903, para pasar a Liverpool tres años más tarde. Después de un año, continuó su aprendizaje en la capital inglesa, debutando como director ese año en una composición propia.
Entre 1912 y 1915 fue violinista de la orquesta del Queen’s Hall y fue invitado por Henry Wood a dirigir en los conciertos populares comúnmente llamados proms.
Fue nombrado asistente de Beecham ese mismo año, luego dirigió orquestas provinciales y en Leeds, hasta fundar su propio conjunto en 1921. Estrenó La consagración de la primavera en Londres y dirigió para los ballets de Diaghilev.
George Eastman, el dueño de la Kodak, lo invitó a dirigir su orquesta en Rochester, la luego famosa Eastman-Rochester que grabara tantos vinilos. Permaneció allí por ocho años, pasando a suceder a Reiner en Cincinnati. Recibió ciudadanía estadounidense en 1943 y en 1947 fue como titular a Sydney. Allí elevó el rango de la música australiana, renunciando un decenio más tarde por irregularidades aduaneras. Pasó sus últimos años en su ciudad natal.
Discografía sugerida: es muy amplia, extractaremos las Melodías elegíacas de Grieg; Estancia de Ginastera; obras orquestales de Ravel; La consagración de la primavera y Petrushka de Strawinsky.
jueves, abril 09, 2009
Los Directores XIII
Los Directores
Continuamos con la serie en la que estamos presentando más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para descubrir otros registros.
WILHELM FURTWÄNGLER (1886-1954) es muy difícilmente condensable en un espacio breve como éste. Sin dudas, el director alemán por antonomasia del siglo XX, colosal, mítico, venerado...y discutido.
Tuvo escolaridad privada en Munich, habiendo nacido berlinés e hijo de un reconocido arquéologo. Su guía fue Felix Mottl, y debutó en Kaim en 1906 dirigiendo una sinfonía propia y la 9ª de Bruckner. De 1911 a 1915 sucedió a Abendroth en Lübeck, entre el 15 y el 19 a Bodanzky en Mannheim y a Mengelberg en conciertos vieneses de 1919 a 1921. Tras haber desfilado por otras orquestas recaló, a instancias de Nikisch, con la Filarmónica de Berlín y el Gewandhaus. Hizo giras por todo el mundo llevando su fama a cuestas.
Rechazó la sucesión de Toscanini en la Filarmónica de New York, sucediendo a Weingartner en la Filarmónica de Viena en 1928. Nunca abandonó su real pasión, componer. Y escribió elevados libros, además.
Con el advenimiento del nazismo comenzaron sus choques. Permaneció en Alemania renunciando a todos sus cargos académicos y dirigiendo la Filarmónica de Berlín. Se esforzó en reivindicar a Hindemith, no acató la prohibición que pesaba sobre compositores judíos y salvó a muchos músicos perseguidos y a sus familias. A tal punto fue tormentosa su relación con el régimen que el mismísimo Albert Speer le aconsejó escapar a Suiza porque la GESTAPO lo iba a arrestar a él y a su familia. Esto le salvó la vida. Luego, los imbéciles uniformados (y desinformados) sostuvieron la necesidad de prohibirle trabajar, investigarlo y desnazificar a quien nunca había sido un nazi. Simplemente por haber agradecido un aplauso estrechando la mano de Goebbels , quien se aproximó al proscenio a saludarlo; simplemente por haber sido el director favorito de Hitler. No les importó que luchar contra una dictadura desde dentro fuera una tarea difícil, ni les importó humillar a un inocente. Pareció ser el derecho de los vencedores. En fin, que hoy se sabe quién fue Furtwängler y no los ignotos nombres de los vencedores humilladores...
Al director, muchas veces, se lo ha conocido poco. Y con lugares comunes. Como hablar de sus tiempos lentos ignorando que en muchos pasajes dirigía más rápido que sus colegas (su Parsifal es el más rápido de la historia, el de Toscanini el más lento, por ejemplo). Nadie precipita el tempo en las páginas finales de la 9ª de Beethoven como Furtwängler. Hasta se hizo un exquisito filme subtitulado “romántico en la pasión” en el que su propia esposa niega que haya sido un romántico...
Su discografía es inmensa, con muchos materiales en vivo, como por ejemplo, siete Novenas de Beethoven diferentes. Y con tantos huecos como tuviera su repertorio, v.gr., la Missa solemnis o La consagración de la casa. En cambio existen dos Tetralogías diferentes que reemplazan la que no pudo grabar en estudio a causa de su muerte(dejó solo Walkyria). Todo su legado requiere una revisión crítica y brindará gran placer, aunque no esté exento de yerros o personalismos y subjetividades, pero permitiendo gozar su sonido legendario y su nobleza interpretativa.
Furtwängler fue en sí mismo el principio y el fin de una manera de dirigir, el alfa y omega de los intérpretes recreadores de la dirección orquestal.
ALCEO GALLIERA (1910-1996) nació en Milán, estudiando –y posteriormente enseñando- en su conservatorio. Debutó en Roma en 1941 y llamó la atención, siendo invitado a partir de 1945 a presentarse en el resto de Europa, las Américas y Oceanía. Si bien hizo pie brevemente en su patria, el destino lo convirtió en una itinerante figura internacional. La mayor parte de su discografía la materializó en Londres. Fue un gran acompañante de solistas de fuste y, dentro de su limitado repertorio, hizo grabaciones de valor.
Discografía sugerida: acompañamientos a Schnabel, Lipatti, Michelangeli, Rubinstein, Anda, Arrau et al; Oberturas de Rossini; Orfeo de Monteverdi; Rigoletto de Verdi.
PIERO GAMBA (1936-¿?) nacido en Roma, fue niño prodigio que empuñó la batuta a los ocho años. A los 15 había terminado su perfeccionamiento y desde ese momento dirigió decenas de orquestas diferentes con centenares de obras que componen su extenso repertorio.
A menudo ha dirigido desde el piano. Para muchos, aún sigue siendo Pierino...
Discografía sugerida: acompañamientos a Katchen en el integral Beethoven; Romeo y Julieta de Tschaikowsky; Oberturas de Rossini.
JOHN ELIOT GARDINER (1943) ha alcanzado altura prominente como director y nació en Inglaterra. Estudió con Nadia Boulanger y con Dart. En realidad y a partir de Monteverdi, comenzó especializándose en el prebarroco, ampliando con el correr del tiempo su repertorio al barroco, clasicismo y al siglo XX.
Es uno de los pocos, acaso junto a Goodman, en destilar musicalidad trascendente cuando dirige orquestas que emplean instrumentos originales, evitando las exageraciones a las que tan afectos son sus colegas.
Discografía sugerida: integral de Sinfonías de Beethoven.
ALEXANDER GAUK (1893-1963) nació en Odessa y se graduó en 1917 como alumno de Tcherepnin y Glazounov. De 1920 a 1927 condujo en la Opera de Leningrado, estudiando de 1927 a 1934 con Mrawinsky y Melik-Pashayev.
Dirigió todas las orquestas importantes de la Unión Soviética y destacó por su eclecticismo y seguridad.
Discografía sugerida: acompañamientos a Oistrakh, Gilels, Richter et al; 3ª sinfonía de Rimsky Korsakov; sinfonías diversas de Shostakowitsch y Miaskowsky.
GIANANDREA GAVAZZENI (1909-1996) nació en Italia, estudió en Roma y finalmente se graduó como pianista en Milan. Habiendo estudiado con Ildebrando Pizzetti fue primero conocido como compositor. Comenzó dirigiendo sus propias obras y luego trascendió en el repertorio lírico de otros compositores. Llegó a ser director artístico de La Scala.
Discografía sugerida: La Gioconda de Ponchielli; Madame Butterfly de Puccini.
ALEXANDER GIBSON (1926-1995), escocés, inició estudios de piano en Glasgow llegando en 1949 a Londres para completar su formación. Estudió dirección con Markewitch en Salzburg y con van Kempen en Siena. Comenzó trabajando en Sadler’s Wells y de 1952 a 1954 dirigió la Orquesta BBC escocesa. Debutó en 1956 en el Covent Garden. En 1959, tras un nuevo paso por Sadler’s Wells fue como batuta permanente a la Sinfónica Nacional Escocesa. En 1962 fundó la Opera Escocesa donde, entre otros méritos, tiene el de haber presentado la Tetralogía por vez primera en Escocia. Su influencia en el devenir musical de su país ha sido de gran significación. Hizo giras dirigiendo las mejores orquestas de Europa, Estados Unidos y Australia.
Discografía sugerida: 5ª Sinfonía de Sibelius; Belzhassar’s Feast de Walton; música de compositores británicos.
miércoles, abril 01, 2009
Los Directores XII
LOS DIRECTORES
Continuamos con la serie en la que estamos presentando más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para descubrir otros registros.
LOUIS FOURESTIER (1892-1976) nació en Francia y fue alumno de Vincent d’Indy y Dukas. Comenzó teniendo numerosos premios por sus composiciones. Debutó como director en 1918 en ciudades francesas de segundo orden, hasta recalar en 1927 en la Opera Cómica de Paris, por cinco años. En 1938 lo nombraron titular de la Opera de Paris y entre 1945 y 1963 enseñó en el conservatorio de esa ciudad.
Entre 1946 y 1948 fue invitado al Met, ocupándose en su carrera con preferencia del repertorio galo.
Discografía sugerida: Sinfonía fantástica de Berlioz; El mar y Nocturnos de Debussy.
JEAN FOURNET (1913-¿?) nació en Francia y estudió con Gaubert, iniciándose como flautista.
Comenzó muy joven su actividad como director en la O.R.F. y en la Opera de Paris. Tuvo contratos prolongados también en la Opera Cómica y en la Orquesta Pasdeloup. Tuvo muy intensa y extensa actividad en Holanda, con vínculos muy cálidos con el público.Concertgebouw, Radio Nederland y Filarmónica de Rótterdam. Dirigió en Francia varias orquestas regionales y viajó con su batuta por todo el mundo, destacando Chicago, Buenos Aires, Japón (estrenó Pelleas allí), Canadá e Israel.
En Paris y Hilversum enseñó por muchos años.
Discografía sugerida: es inmensa y calificada. Sugiero explorar sus placas en vivo para Radio Nederland y los poemas tonales de Franck, Debussy y Ravel. Todos sus discos lo muestran también como acompañante distinguido.
MASSIMO FRECCIA (1906-2006), amigo íntimo de Toscanini y muy respetado por el Maestro, nació en Florencia y estudió en Viena con Franz Schalk. Batuta luminosa, técnica irreprochable y versátil y profunda musicalidad fueron sus virtudes más salientes. Debutó en Roma a los 22, continuando sus visitas a las principales orquestas italianas. De 1933 a 1935 condujo en Budapest, del 38 al 40 en New York y, por invitación de Toscanini, la NBC de 1947 a 1954.
Previamente, durante cuatro años, dirigió en La Habana. De 1944 a 1952 trabajó en New Orleáns y entre 1952 y 1959 en Baltimore. Volvió a Europa para visitar los festivales más importantes y los podios de las mejores orquestas.
Grabó algunas placas públicas y muchísimas de circulación limitada para el Reader’s Digest que, afortunadamente, se han reeditado en cd, aunque aún en escasa cantidad. En todos los casos, se trata de versiones irreprochables.
Discografía sugerida: Pinos y Fuentes, de Respighi; 4ª Sinfonía de Tschaikowsky; 4ª de Mendelssohn. Todo con singular dignidad y estilo.
PEDRO FREITAS BRANCO (1896-1963), nació y estudió en Portugal, fundando una compañía de ópera en 1926. En 1928 debutó como director, inclinándose a las obras de sus contemporáneos Strawinsky, Ravel, Strauss y otros. En 1932, el propio Ravel lo invitó a dirigir un festival con su música y tuvo gran éxito.
Durante la 2ª Guerra se estableció y trabajó en Inglaterra. Su registro completo de Iberia en la orquestación de Fernández Arbos debe haber sido el primero en la historia.
Discografía sugerida: Danzas fantásticas de Turina; La valse de Ravel.
LOUIS FREMAUX (1921-¿?) fue guerrero antes que director. Nacido en Francia, fue internado en un campo de trabajo nazi en 1940 del cual escapó para militar en la resistencia. Al terminar la contienda fue con la Legión a Vietnam de donde volvió condecorado. En 1947 ingresó en el Conservatorio de Paris, donde estudió con Fourestier, debutando en 1952. A partir de 1956 asumió la dirección permanente en la Opera de Monte Carlo, e hizo giras por Europa, América del Sud y Japón. En 1969 fue designado titular en Birmingham con la orquesta que dirigió localmente y en giras. También dirigió como titular la Sinfónica de Sydney.
Discografía sugerida: Réquiem de Fauré y Gran Misa de Difuntos de Berlioz.
FERENC FRICSAY (1914-1963) ha sido, posiblemente, el máximo director húngaro del siglo en que se desenvolvió y una de las batutas elegidas en el podio de los colosos, a pesar de su corta vida. Su padre era militar y director de bandas, de modo que se crió en y con la música.
Estudió con Kodaly y Bartok y dirigió su primer concierto a los quince. Ya de niño era capaz de tocar cualquier instrumento de la orquesta salvo el arpa. Dirigió en Szeged de 1935 a 1945. Ese año condujo por vez primera en la Budapest liberada del Eje y atada ahora al yugo de Moscú. Resolvió emigrar a Alemania donde, en 1949, fue nombrado titular de la Opera de Berlin y de la Orquesta RIAS (transladándola al sector libre) a la que elevó a niveles insospechados como prueban sus muchas grabaciones. Debutó por azar en Salzburg (Dantons Tod, de von Einem) reemplazando al enfermo Klemperer y entre 1949-1952 dirigió la Opera de Munich, la que abandonó por disidencias con la administración. Viajó y dirigió en toda Europa, los Estados Unidos y Sudamérica (también llegó a Buenos Aires). Se estableció en Berlín donde murió de cáncer a los 49 años. Su gran amor era Mozart, de quien fue intérprete excelso, pero su repertorio abarcaba con idéntica probidad desde Haydn hasta los modernos. Nadie ha podido acercarse a sus traducciones de las obras de sus dos maestros. En la ópera era gran autoridad y dirigió el Don Giovanni para reinaugurar la Opera de Berlín. Tenía planes que las sucesivas operaciones y su trágica muerte le impidieron llevar a cabo, como el dirigir las sinfonías de Mahler. Pocos tienen su clase en los músicos ligeros vieneses. Fue el precursor de los conciertos televisados, no por ser el primero en hacerlos sino por abogar por ellos así como por los ensayos filmados. Verlo hoy en esa tarea íntima de preparación constituye una de las grandes experiencias de la música de nuestro tiempo: por su detallismo, por sus imágenes, por su técnica, por sus logros.
Su discografía, in totum, es milagrosa.
OSCAR FRIED (1871-1941) nació en Alemania y estudió con Humperdinck y Scharwenka. Debutó como director siendo ya un reconocido compositor en 1905. Sus primeros trabajos fueron dirigiendo la Orquesta de la Sociedad de Amigos de la Música de Berlin y la Orquesta Blüthner. Se dedicó en aquellos días solamente a compositores modernos. Fundó la Sinfónica de Berlín, con la que hizo giras por Europa y América. En 1934 emigró por el nazismo y, comunista convencido, fue a la Unión Soviética a dirigir, recibiendo ciudadanía en 1940.
Fue amigo y confidente de Mahler, cuyas obras dirigió asistido por Klemperer.
El mismo Klemperer tocó la celesta en la 6ª de ese compositor dirigida por Fried.
Fue el primer director en ser filmado en una sinfonía completa, la Fantástica, hacia 1912. a pesar de su gestualidad exacerbada, dirigía muy bien. Su 2ª de Mahler, ungida por el autor, al menos en discos, es caprichosa pero bellísima.
Discografía sugerida: Los preludios de Liszt; 9ª de Beethoven.
LOUIS DE FROMENT (1921-1994), quien a pesar de no ser demasiado recordado hoy es una de las batutas con mayor número de grabaciones (lo que viene a desmentir la perpetuidad que “garantiza” el disco), nació en Francia y estudió con Bigot, Cluytens y Fourestier.
Fundó su propia orquesta de cámara con Rampal y juntos viajaron por toda Europa. Tuvo cargos importantes en la Opera de Vichy y en Niza. En 1958 fue nombrado director permanente de la Orquesta de Radio Luxemburgo con la que cimentó su fama. Se presentó en giras europeas y americanas.
Discografía sugerida: obras orquestales completas de Debussy.
RAFAEL FRÜHBECK (1933-¿?) se agregó de Burgos a su apellido para honrar a su ciudad natal. Su madre hispana, su padre alemán consolidaron su temprana formación musical. Desde muy joven actuó como solista de violín y condujo orquestas juveniles. Cimentó sus estudios en Madrid y Bilbao. Dirigió bandas militares de 1953 al 56 estando en el ejército. De 1956 a 1958 fue a perfeccionarse a Munich y entre 1959 y 1962 dirigió la Sinfónica de Bilbao. En 1962 sucedió a Argenta en Madrid y viajó por el mundo.
Dirigió cinco años en Dusseldorf y tres en Montreal. Estrenó la Pasión según San Mateo en España, cultivó un repertorio amplio y tuvo como su ideal a Knappertsbusch.
Discografía sugerida: música hispana; Réquiem de Mozart; 3ª de Schumann
Continuamos con la serie en la que estamos presentando más de 120 biografías escuetas de directores famosos. Las conceptualizaciones serán mínimas; y las recomendaciones discográficas puramente a criterio de nuestra redacción y haciendo abstracción de la posibilidad de mencionar grabaciones adicionales. Por esta causa, sugerimos investigar cuidadosamente las discografías de cada director para descubrir otros registros.
LOUIS FOURESTIER (1892-1976) nació en Francia y fue alumno de Vincent d’Indy y Dukas. Comenzó teniendo numerosos premios por sus composiciones. Debutó como director en 1918 en ciudades francesas de segundo orden, hasta recalar en 1927 en la Opera Cómica de Paris, por cinco años. En 1938 lo nombraron titular de la Opera de Paris y entre 1945 y 1963 enseñó en el conservatorio de esa ciudad.
Entre 1946 y 1948 fue invitado al Met, ocupándose en su carrera con preferencia del repertorio galo.
Discografía sugerida: Sinfonía fantástica de Berlioz; El mar y Nocturnos de Debussy.
JEAN FOURNET (1913-¿?) nació en Francia y estudió con Gaubert, iniciándose como flautista.
Comenzó muy joven su actividad como director en la O.R.F. y en la Opera de Paris. Tuvo contratos prolongados también en la Opera Cómica y en la Orquesta Pasdeloup. Tuvo muy intensa y extensa actividad en Holanda, con vínculos muy cálidos con el público.Concertgebouw, Radio Nederland y Filarmónica de Rótterdam. Dirigió en Francia varias orquestas regionales y viajó con su batuta por todo el mundo, destacando Chicago, Buenos Aires, Japón (estrenó Pelleas allí), Canadá e Israel.
En Paris y Hilversum enseñó por muchos años.
Discografía sugerida: es inmensa y calificada. Sugiero explorar sus placas en vivo para Radio Nederland y los poemas tonales de Franck, Debussy y Ravel. Todos sus discos lo muestran también como acompañante distinguido.
MASSIMO FRECCIA (1906-2006), amigo íntimo de Toscanini y muy respetado por el Maestro, nació en Florencia y estudió en Viena con Franz Schalk. Batuta luminosa, técnica irreprochable y versátil y profunda musicalidad fueron sus virtudes más salientes. Debutó en Roma a los 22, continuando sus visitas a las principales orquestas italianas. De 1933 a 1935 condujo en Budapest, del 38 al 40 en New York y, por invitación de Toscanini, la NBC de 1947 a 1954.
Previamente, durante cuatro años, dirigió en La Habana. De 1944 a 1952 trabajó en New Orleáns y entre 1952 y 1959 en Baltimore. Volvió a Europa para visitar los festivales más importantes y los podios de las mejores orquestas.
Grabó algunas placas públicas y muchísimas de circulación limitada para el Reader’s Digest que, afortunadamente, se han reeditado en cd, aunque aún en escasa cantidad. En todos los casos, se trata de versiones irreprochables.
Discografía sugerida: Pinos y Fuentes, de Respighi; 4ª Sinfonía de Tschaikowsky; 4ª de Mendelssohn. Todo con singular dignidad y estilo.
PEDRO FREITAS BRANCO (1896-1963), nació y estudió en Portugal, fundando una compañía de ópera en 1926. En 1928 debutó como director, inclinándose a las obras de sus contemporáneos Strawinsky, Ravel, Strauss y otros. En 1932, el propio Ravel lo invitó a dirigir un festival con su música y tuvo gran éxito.
Durante la 2ª Guerra se estableció y trabajó en Inglaterra. Su registro completo de Iberia en la orquestación de Fernández Arbos debe haber sido el primero en la historia.
Discografía sugerida: Danzas fantásticas de Turina; La valse de Ravel.
LOUIS FREMAUX (1921-¿?) fue guerrero antes que director. Nacido en Francia, fue internado en un campo de trabajo nazi en 1940 del cual escapó para militar en la resistencia. Al terminar la contienda fue con la Legión a Vietnam de donde volvió condecorado. En 1947 ingresó en el Conservatorio de Paris, donde estudió con Fourestier, debutando en 1952. A partir de 1956 asumió la dirección permanente en la Opera de Monte Carlo, e hizo giras por Europa, América del Sud y Japón. En 1969 fue designado titular en Birmingham con la orquesta que dirigió localmente y en giras. También dirigió como titular la Sinfónica de Sydney.
Discografía sugerida: Réquiem de Fauré y Gran Misa de Difuntos de Berlioz.
FERENC FRICSAY (1914-1963) ha sido, posiblemente, el máximo director húngaro del siglo en que se desenvolvió y una de las batutas elegidas en el podio de los colosos, a pesar de su corta vida. Su padre era militar y director de bandas, de modo que se crió en y con la música.
Estudió con Kodaly y Bartok y dirigió su primer concierto a los quince. Ya de niño era capaz de tocar cualquier instrumento de la orquesta salvo el arpa. Dirigió en Szeged de 1935 a 1945. Ese año condujo por vez primera en la Budapest liberada del Eje y atada ahora al yugo de Moscú. Resolvió emigrar a Alemania donde, en 1949, fue nombrado titular de la Opera de Berlin y de la Orquesta RIAS (transladándola al sector libre) a la que elevó a niveles insospechados como prueban sus muchas grabaciones. Debutó por azar en Salzburg (Dantons Tod, de von Einem) reemplazando al enfermo Klemperer y entre 1949-1952 dirigió la Opera de Munich, la que abandonó por disidencias con la administración. Viajó y dirigió en toda Europa, los Estados Unidos y Sudamérica (también llegó a Buenos Aires). Se estableció en Berlín donde murió de cáncer a los 49 años. Su gran amor era Mozart, de quien fue intérprete excelso, pero su repertorio abarcaba con idéntica probidad desde Haydn hasta los modernos. Nadie ha podido acercarse a sus traducciones de las obras de sus dos maestros. En la ópera era gran autoridad y dirigió el Don Giovanni para reinaugurar la Opera de Berlín. Tenía planes que las sucesivas operaciones y su trágica muerte le impidieron llevar a cabo, como el dirigir las sinfonías de Mahler. Pocos tienen su clase en los músicos ligeros vieneses. Fue el precursor de los conciertos televisados, no por ser el primero en hacerlos sino por abogar por ellos así como por los ensayos filmados. Verlo hoy en esa tarea íntima de preparación constituye una de las grandes experiencias de la música de nuestro tiempo: por su detallismo, por sus imágenes, por su técnica, por sus logros.
Su discografía, in totum, es milagrosa.
OSCAR FRIED (1871-1941) nació en Alemania y estudió con Humperdinck y Scharwenka. Debutó como director siendo ya un reconocido compositor en 1905. Sus primeros trabajos fueron dirigiendo la Orquesta de la Sociedad de Amigos de la Música de Berlin y la Orquesta Blüthner. Se dedicó en aquellos días solamente a compositores modernos. Fundó la Sinfónica de Berlín, con la que hizo giras por Europa y América. En 1934 emigró por el nazismo y, comunista convencido, fue a la Unión Soviética a dirigir, recibiendo ciudadanía en 1940.
Fue amigo y confidente de Mahler, cuyas obras dirigió asistido por Klemperer.
El mismo Klemperer tocó la celesta en la 6ª de ese compositor dirigida por Fried.
Fue el primer director en ser filmado en una sinfonía completa, la Fantástica, hacia 1912. a pesar de su gestualidad exacerbada, dirigía muy bien. Su 2ª de Mahler, ungida por el autor, al menos en discos, es caprichosa pero bellísima.
Discografía sugerida: Los preludios de Liszt; 9ª de Beethoven.
LOUIS DE FROMENT (1921-1994), quien a pesar de no ser demasiado recordado hoy es una de las batutas con mayor número de grabaciones (lo que viene a desmentir la perpetuidad que “garantiza” el disco), nació en Francia y estudió con Bigot, Cluytens y Fourestier.
Fundó su propia orquesta de cámara con Rampal y juntos viajaron por toda Europa. Tuvo cargos importantes en la Opera de Vichy y en Niza. En 1958 fue nombrado director permanente de la Orquesta de Radio Luxemburgo con la que cimentó su fama. Se presentó en giras europeas y americanas.
Discografía sugerida: obras orquestales completas de Debussy.
RAFAEL FRÜHBECK (1933-¿?) se agregó de Burgos a su apellido para honrar a su ciudad natal. Su madre hispana, su padre alemán consolidaron su temprana formación musical. Desde muy joven actuó como solista de violín y condujo orquestas juveniles. Cimentó sus estudios en Madrid y Bilbao. Dirigió bandas militares de 1953 al 56 estando en el ejército. De 1956 a 1958 fue a perfeccionarse a Munich y entre 1959 y 1962 dirigió la Sinfónica de Bilbao. En 1962 sucedió a Argenta en Madrid y viajó por el mundo.
Dirigió cinco años en Dusseldorf y tres en Montreal. Estrenó la Pasión según San Mateo en España, cultivó un repertorio amplio y tuvo como su ideal a Knappertsbusch.
Discografía sugerida: música hispana; Réquiem de Mozart; 3ª de Schumann
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