Es tan asqueante el panorama que elegimos la pluma de Potter sobre su BBC, suscribiendo lo suyo y trasladándolo a las dos emisoras vernáculas...
“¿Cómo descubrirán los futuros coleccionistas potenciales acerca de las bellezas de los discos antiguos? Las tiendas que los vendían han virtualmente desaparecido y es raro poder escuchar un disco monoaural en radio, por no hablar ya de uno de 78rpm. ¿Y un 78rpm acústico? Usted tiene casi tanta chance de ganar la Lotería Nacional como de escuchar un disco acústico en BBC 3. La señal otrora orgullosa tiene ahora empleados temerosos de incomodar a alguien. Me dicen que cuando va al aire un disco “viejo” la gente escribe para quejarse. Pero debe saberse que siempre habrá quejas cuando algo vale la pena. La vieja BBC tenía el coraje de dar lo mejor a sus clientes, sin importar algunos nervios excitados de algunos.Hasta aquí, un sabio análisis sobre la BBC actual. ¿No parece escrito para Clásica y Amadeus?
La BBC priva a sus oyentes de un cuarto de historia fonográfica: el legado completo de Caruso, Amato, Tamango y Scotti; los mejores discos de Melba, Tertis, Schumann-Heink, Kreisler,...(siguen los nombres). Por no disculparse por ignorar a Schnabel, el Cuarteto Busch, Toscanini, Koussevitzky, Heifetz, Backhaus...(siguen los nombres). Si estos grandes del pasado no reciben publicidad de los canales adecuados,¿dónde habrá de escucharlos la gente? ¿acaso creen estos idiotas que un disco de los cincuenta va a sonar como uno actual?”...
Parafraseando como nunca al Hijo: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”.
1 comentario:
Pero ¡Dios mío!Eso no es nada comparado con el cambio radical experimentado por la Radio Clásica española desde el pasado verano. Se ha trasformando en una emisora de parlanchines que dicen bobadas caducas todo el tiempo para "dinamizarla", donde profesionales de grandísima solvencia han desaparecido o ven su tiempo reducido. si quieren tener más información pueden acudir a los blogs "periodista digital" o "Docenotas".
En suma, una carrera vertiginosa hacia la vulgaridad.
Publicar un comentario